Túnel de baja altura: la hora de los hechos
Ya en la etapa final del proceso político administrativo, es de esperar que tanto los emprendedores privados como los respectivos gobiernos asuman ahora el compromiso histórico de convocar antes de fin de año a la licitación internacional para la construcción del viejo anhelo del túnel de baja altura, como nexo del corrredor bioceánico Atlántico-Pacífico, en su mirada hacia el Pacífico.
El proyecto acaba de ser formalizado ante el Ente Binacional y en San Juan se especula que durante los festejos de la Independencia de Chile, ambos presidentes puedan anunciar la puesta en marcha de los pasos de Agua Negra -obra pública compartida por ambos gobiernos- y el nuevo túnel de baja altura, obra privada con aval público y múltiple participación internacional.
Culminados los estudios técnicos y geológicos el proyecto fue entregado al Ente Binacional que lo coordinará -en el que Mendoza tiene sus representantes- con la pretensión de que sea licitado internacionalmente en los últimos meses de este año.
La propuesta -emprendimiento privado- fue declarada de interés público por los gobiernos de la Argentina y Chile. El túnel de baja altura aspira a conectar los océanos Atlántico y Pacífico, por el corredor bioceánico que conecta Buenos Aires, la Pampa Húmeda y los puertos de Chile, acortando las rutas entre el Mercosur y Asia. En la obra se invertirán U$S 3.000 millones y para la culminación de la primera etapa se estiman 10 años, mínimo. La lleva adelante una sociedad de empresas que agrupa a Corporación América (Argentina), Empresas Navieras (Chile), Mitsubishi Corp. (Japón), Geodata (Italia) y Contreras Hnos. (Argentina).
Esta sociedad, tras más de 4 años de estudios y U$S 25 millones de inversión, ya entregó el proyecto final, quedando a la espera del llamado a licitación pública internacional por parte de la Entidad Binacional, organismo integrado por representantes de los gobiernos chileno y argentino.
Durante un encuentro de funcionarios de la vecina provincia de San Juan con diplomáticos y representantes del gobierno de Chile, adelantaron que se está en detalles de la inversión que compartirán ambos gobiernos para construir el túnel que conectará la ruta internacional por el paso de Agua Negra, entre San Juan y Coquimbo.
El anuncio incluyó la posibilidad de que durante el encuentro presidencial de Cristina Fernández y Sebastián Piñera, con motivo de los festejos del Día de la Independencia de Chile, el 18 de setiembre, ambos mandatarios hagan los anuncios de los respectivos llamados a licitación internacional (el de Agua Negra, obra pública y el aval para el llamado del túnel de baja altura, obra de emprendimiento privado).
La propuesta de unir ambos flancos por debajo de la línea de las nevadas -unos 2.400 metros de altura y a lo largo de un túnel de 52 kilómetros- tiene en realidad mucho de aspiraciones. En Mendoza, con ideas básicas, ya se hablaba de esta gigantesca alternativa a mediados de la década de los 90. En Chile, tras las tensiones políticas del proceso militar trasandino, se activó la idea al despuntar el año 2000.
Ahora, ya en la etapa final de proceso y con estudios de ejecución listos, es de esperar que tanto los emprendedores privados como los respectivos gobiernos culminen esta etapa de aprontes y asuman el compromiso histórico de materializar no sólo la integración argentino-chilena, sino la construcción de un puente social, comercial, cultural y de desarrollo comunicacional para todo el cono sur de América Latina, reeditando las implicancias del Canal de Panamá en la cintura de América.