Policiales
Tres menores detenidos por asesinar a un comerciante, balear a un prefecto y robar nueve veces en un mes
Los jóvenes tienen entre 15 y 17 años. Están imputados por homicidio, robo, abuso de arma de fuego, lesiones, asalto a mano armada y tenencia y comercialización de estupefacientes.
Fidelino Enciso Fernández fue atacado frente a la carnicería de su hermano, ubicada en Necochea y Juan Manuel Blanes, en el barrio porteño de La Boca. Eran cerca de las 22 del 10 de agosto. Un grupo de ladrones le disparó en el pecho y le robó el teléfono celular. La víctima, de 39 años y de nacionalidad paraguaya, fue internado en el Hospital Argerich y tras diez días peleando por su vida, murió el último jueves.
Ese ataque fue el más reciente de una serie de al menos nueve delitos protagonizados en el lapso de un mes por una banda de delincuentes menores de edad que venía atemorizando a la zona sur de Capital Federal. Así lo determinó la Fiscalía de Distrito de La Boca, a cargo de la doctora Susana Callejas, que llevó adelante la investigación del crimen de Fidelino.
El martes pasado, la Policía de la Ciudad detuvo a J.J., L.M. y D.L., de entre 15 y 17 años. Están acusados de haber asesinado al carnicero. Pero además del homicidio, están imputados por los delitos de robo, asalto a mano armada, abuso de arma de fuego, lesiones y tenencia y comercialización de drogas.
Los tres fueron vinculados a diferentes robos muy violentos. Según pudo saber Infobae, el primero de ellos ocurrió en Barracas el 7 de julio, cuando le robaron a un hombre su auto Volkswagen Vento y le dispararon en una de sus piernas, cuentan desde Infobae.
A los tres días, el mismo grupo de ladrones robó un BMW X1. Tres días más tarde, el 15 de julio, sustrajeron un Volkswagen Fox, y 24 horas después, una bicicleta marca Venzo. El 18 de julio robaron otro auto −su objetivo principal−, un Peugeot 208. En todos los casos, siempre actuaron entre tres y cuatro asaltantes, todos armados.
El raid delictivo continuó el 4 de agosto, cuando atacaron en La Boca a un efectivo de Prefectura Naval Argentina. En su día de franco, le sacaron su arma reglamentaria y su teléfono celular y lo balearon en una pierna, para luego escapar a bordo de un auto Volkswagen Polo, color gris oscuro.
Posteriormente, ese vehículo fue encontraron en la esquina de las calles Luna y Río Cuarto, del barrio de Barracas, y se corroboró que tenía un pedido de secuestro por robo a mano armada del día anterior en la ciudad de Lanús, en el Conurbano bonaerense.
Luego vino el ataque a Fidelino. Los ladrones que lo mataron se movilizaban en una camioneta Honda CVR, que habían robado un rato antes.
La metodología de los delincuentes, los registros de cámaras de seguridad, las descripciones que brindaron las víctimas y hasta publicaciones en las redes sociales de algunos de los elementos sustraídos, entre otras pruebas, fueron clave para identificarlos.
Así, los investigadores llegaron a J.J., L.M. y D.L., quienes cayeron en la Villa 21-24 donde viven, en el límite de los barrios de Barracas y Pompeya. Los efectivos de la División Sumarios y Brigadas de Prevención de la Comisaría Comunal 4 allanaron sus domicilios y allí secuestraron 61 dosis de cocaína, cinco llaves de autos, siete teléfonos celulares y distintas prendas de vestir utilizadas en los diferentes hechos en los que estuvieron involucrados. Todavía hay un prófugo, M.R., de 17 años, a quien están buscando intensamente.
Ese ataque fue el más reciente de una serie de al menos nueve delitos protagonizados en el lapso de un mes por una banda de delincuentes menores de edad que venía atemorizando a la zona sur de Capital Federal. Así lo determinó la Fiscalía de Distrito de La Boca, a cargo de la doctora Susana Callejas, que llevó adelante la investigación del crimen de Fidelino.
El martes pasado, la Policía de la Ciudad detuvo a J.J., L.M. y D.L., de entre 15 y 17 años. Están acusados de haber asesinado al carnicero. Pero además del homicidio, están imputados por los delitos de robo, asalto a mano armada, abuso de arma de fuego, lesiones y tenencia y comercialización de drogas.
Los tres fueron vinculados a diferentes robos muy violentos. Según pudo saber Infobae, el primero de ellos ocurrió en Barracas el 7 de julio, cuando le robaron a un hombre su auto Volkswagen Vento y le dispararon en una de sus piernas, cuentan desde Infobae.
A los tres días, el mismo grupo de ladrones robó un BMW X1. Tres días más tarde, el 15 de julio, sustrajeron un Volkswagen Fox, y 24 horas después, una bicicleta marca Venzo. El 18 de julio robaron otro auto −su objetivo principal−, un Peugeot 208. En todos los casos, siempre actuaron entre tres y cuatro asaltantes, todos armados.
El raid delictivo continuó el 4 de agosto, cuando atacaron en La Boca a un efectivo de Prefectura Naval Argentina. En su día de franco, le sacaron su arma reglamentaria y su teléfono celular y lo balearon en una pierna, para luego escapar a bordo de un auto Volkswagen Polo, color gris oscuro.
Posteriormente, ese vehículo fue encontraron en la esquina de las calles Luna y Río Cuarto, del barrio de Barracas, y se corroboró que tenía un pedido de secuestro por robo a mano armada del día anterior en la ciudad de Lanús, en el Conurbano bonaerense.
Luego vino el ataque a Fidelino. Los ladrones que lo mataron se movilizaban en una camioneta Honda CVR, que habían robado un rato antes.
La metodología de los delincuentes, los registros de cámaras de seguridad, las descripciones que brindaron las víctimas y hasta publicaciones en las redes sociales de algunos de los elementos sustraídos, entre otras pruebas, fueron clave para identificarlos.
Así, los investigadores llegaron a J.J., L.M. y D.L., quienes cayeron en la Villa 21-24 donde viven, en el límite de los barrios de Barracas y Pompeya. Los efectivos de la División Sumarios y Brigadas de Prevención de la Comisaría Comunal 4 allanaron sus domicilios y allí secuestraron 61 dosis de cocaína, cinco llaves de autos, siete teléfonos celulares y distintas prendas de vestir utilizadas en los diferentes hechos en los que estuvieron involucrados. Todavía hay un prófugo, M.R., de 17 años, a quien están buscando intensamente.
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