Noticias
Tras la aparición de María Fernanda Aragunde, la familia comenzó a recibir amenazas
La joven de 28 años fue encontrada después de estar 24 años secuestrada por un grupo narco.
El caso de María Fernanda conmovió a todos. La joven de 28 años había sido secuestrada el 1 de febrero de 1995 por una banda narco. Su madre logró contactarla gracias a las redes sociales y ambas re reencontraron.
Pero hay otra parte de la historia que madre e hija tienen que cerrar. Según pudo saber InfoVeloz, desde que se produjo el reencuentro comenzaron a recibir amenazas. La joven decidió entregar copia de todas las pruebas que reunió sobre su caso y su historia a distintas personas. Como una forma de sentirse protegida.
Sin embargo, el miedo no la detiene. "Después de 24 años me encontró", dijo la joven como un agradecimiento hacia su madre, la mujer que a pesar de las ausencias, los años y el miedo siempre supo que volvería a ver a su hija con vida. Y que, finalmente, lo logró.
La historia de María está cruzada por un trasfondo delictivo. Su padre y su abuelo fueron detenidos en septiembre de 1995, siete meses después de que secuestraran a Marina. Fernando y Horacio Esquivel cayeron por integrar una banda que robaba comercios y que se dedicaba, además, a traficar drogas.
Ese dato permitió profundizar las pistas hacia una disputa narco, algo que a pesar de las sospechas de la madre hacia su suegro jamás pudo terminar de comprobarse judicialmente. Marina, sin embargo, tiene claro que lo que le sucedió fue una venganza contra su abuelo por ese tema.
Pero hay otra parte de la historia que madre e hija tienen que cerrar. Según pudo saber InfoVeloz, desde que se produjo el reencuentro comenzaron a recibir amenazas. La joven decidió entregar copia de todas las pruebas que reunió sobre su caso y su historia a distintas personas. Como una forma de sentirse protegida.
Sin embargo, el miedo no la detiene. "Después de 24 años me encontró", dijo la joven como un agradecimiento hacia su madre, la mujer que a pesar de las ausencias, los años y el miedo siempre supo que volvería a ver a su hija con vida. Y que, finalmente, lo logró.
La historia de María está cruzada por un trasfondo delictivo. Su padre y su abuelo fueron detenidos en septiembre de 1995, siete meses después de que secuestraran a Marina. Fernando y Horacio Esquivel cayeron por integrar una banda que robaba comercios y que se dedicaba, además, a traficar drogas.
Ese dato permitió profundizar las pistas hacia una disputa narco, algo que a pesar de las sospechas de la madre hacia su suegro jamás pudo terminar de comprobarse judicialmente. Marina, sin embargo, tiene claro que lo que le sucedió fue una venganza contra su abuelo por ese tema.
Dejá tu comentario