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Tras el triunfo, la Selección ya piensa en Francia: las seis claves de la generación dorada

Su táctica, las figuras, todo lo que hay que saber del próximo rival de la Argentina, este sábado.

La agónica clasificación de la Selección Argentina en el segundo puesto del Grupo D cambió todos los planes previos y ahora el rival será la Selección de Francia el próximo sábado a las 11 de la mañana en la ciudad de Kazan. Un rival de los pesados de Europa que siempre es ideal enfrentarlo en otra instancia pero que ahora será la primera prueba de cara al objetivo de repetir la final jugada hace cuatro años.

1-Un plantel profundo. Si hay una generación dorada, quiere decir que hay variantes. Deschamps introdujo cinco cambios para el partido contra Dinamarca: sacó al arquero Hugo Lloris, a los defensores Benjamin Pavard y Samuel Umtiti, a los volantes Paul Pogba, Corentin Tolisso y Blaise Matuidi y al delantero Kylian Mbappe (jugó los últimos diez minutos) . A pesar de eso, Francia se mostró como un equipo sin carencias, muy competitivo y con buen funcionamiento. Dinamarca no lo exigió demasiado porque temprano se conformó con el empate, pero a Francia le bastaron un par de jugadas para demostrar su poderío..

2-Un estilo definido. "Sería un estúpido si le dejara espacios libres a Francia. Estamos hablando de uno de los mejores conjuntos que juegan al contraataque en Europa y en este Mundial...", dijo Age Hareide, el técnico noruego a cargo de Dinamarca. No le dejó huecos para la corridas de Antoine Griezmann y poco lugar para la movilidad de Olivier Giroud. Ese es el fuerte de Francia: correr con espacios, agarrar mal parada a las defensas rivales y llegar primero con sus atacantes por afuera y por adentro con volantes como Pogba y Matuidi. El poder de fuego de Griezmann lanzado en velocidad no precisa aclaraciones ni agregados.

3-Muchos nombres propios no hacen un equipo. Ese es el desafío y el monitoreo constante que se le hace a Francia: comprobar si las figuras harán un conjunto con sustancia. Su marcha en el Mundial es buena. Les ganó a Australia y a Perú, para llegar a un partido sin necesidades con Dinamarca. Hasta acá no desplegó un fútbol que deslumbre, pero tampoco lo precisó. Argentina es una buena medida para conocer la sustancia de Francia como plantel de individualidades o grandes nombres que derivarán en un gran equipo.

4-Deberá manejar la presión. Una cosa lleva a la otra. Tantos nombres destacados y repartidos en los grandes equipos del mundo hacen que este seleccionado tenga exigencias. Se espera que esté en las definiciones del Mundial, que llegue a las últimas instancias. Menos que eso sería decepcionante.

5-Difícil de sorprender por el centro. Tiene en N'Golo Kanté un gran mediocampista, capaz de luchar y recuperar la pelota y, a la vez, de ofrecer un buen manejo del balón. Su espalda la cubren Varane y Umtiti. Ese triángulo le da solidez en la parte central. En cambio las subidas de Lucas Hernández generan una zona fértil que debería ser bien aprovechada por Lionel Messi si se inclina hacia ese lado.

6-Todo aquello que no se mide. Lo intangible. Lo que significa jugar contra una Argentina reinventada cuando tal vez esperaban como rival a Croacia (en el plan original) y a Nigeria (en el plan secundario). Francia es una buena medida para la Argentina. Argentina es un buen test para Francia. Esas cuestiones que no se miden en datos y que exigen una preparación de octavos de final para un partido nada liviano. Ni para unos ni para otros.