Política
Tras el desembolso del FMI, el Gobierno define los detalles del "dólar agro", que entrará en vigencia desde este mes
Sergio Massa ya regresó de Estados Unidos y se reunió con su equipo para ponerle un valor al tipo de cambio diferencial para la soja y otros productos. Con la medida buscan sumar dólares a las reservas del Banco Central.
Después de las reuniones con el Fondo Monetario Internacional y representantes del gobierno de Estados Unidos en Washington, el ministro de Economía, Sergio Massa, ultimará este fin de semana los detalles del nuevo dólar para todo el complejo agroexportador. Se espera que el anuncio se realice el lunes.
Será un esquema temporal por el que se buscará captar unos US$8000 millones en los próximos tres meses, pudo saber TN. Por estas horas, la definición pasa por determinar el valor que tendrá ese tipo de cambio diferencial.
Para la soja, el tipo de cambio diferencial estará vigente por 30 días, mientras que para otros productos, entre granos y las llamadas economías regionales, se extenderá por 90 días.
En los despachos oficiales estiman que con el incentivo de un mejor tipo de cambio se podrán sumar US$5000 millones por la venta de soja, mientras por las otras actividades agropecuarias (vinos, yerba, arroz, entre otros), permitirían captar otros US$3000 millones.
Por estas horas, la principal incógnita es el valor de “incentivo” que se dará para esas exportaciones. Un dólar a $300, como se especula, sería demasiado bajo como para amortiguar las pérdidas por la sequía que afrontaron, y afrontarán las distintas producciones agropecuarias, coinciden distintos analistas. Sobre todo en momentos en que los dólares financieros cotizan en $400.
El nuevo programa de incentivo exportador buscará paliar los efectos de la sequía extrema en las previsiones de ingreso de divisas para el segundo trimestre, que suele ser el de mayor ingreso de divisas por la cosecha de soja y maíz. Las cuentas ya se complicaron en el arranque del año: solo en marzo el BCRA tuvo que vender US$1918 millones.
Las pérdidas por el clima extremo en el trigo y las que se esperan desde abril para la cosecha gruesa llevaron a Massa a renegociar la meta de acumulación de reservas enero-marzo con el FMI.
Hasta el mediodía de este sábado, ni el Fondo ni el Ministerio de Economía habían hecho públicos los cambios, a pesar de que este viernes el directorio ejecutivo del organismo que comanda Kristalina Georgieva aprobó la cuarta revisión del acuerdo -el cuarto trimestre de 2022- y giró US$5400 millones al Banco Central.
La llegada de esos fondos, de los cuales se descontaron automáticamente US$2700 millones de vencimientos de marzo, se convirtieron en un alivio efímero para el equipo económico: las reservas brutas del BCRA volvieron a posicionarse por encima de US$39.000 millones tras tocar el jueves 30 de marzo el menor nivel desde septiembre de 2022.
En ese contexto, Massa mantiene por estas horas varias reuniones con su equipo y distintos sectores productivos. Allí se terminará de definir el valor que tendrá el dólar agro, la principal apuesta para atravesar el trimestre abril-junio, que esperan coronar también con mayores desembolsos de organismos multilaterales (U$S3000 millones).
El nuevo dólar agro se discutió con el staff del FMI, que si bien nunca terminó de digerir el dólar diferencial temporal para la soja –el organismo rechaza la implementación de tipos de cambio múltiples– terminó avalándolo ante las dificultades para sumar reservas a las arcas del Banco Central, ahora agravadas por la sequía.
Para el Fondo, la acumulación de reservas es de vital importancia porque con esos recursos el Gobierno luego debería pagar la deuda con el propio organismo. Así, además del nuevo dólar agro, Economía comenzará a trabajar en una simplificación del régimen vigente para las importaciones y el turismo.
Por eso, en el Palacio de Hacienda estiman que también en el transcurso de los próximos 90 días se irán puliendo y anunciando las medidas de simplificación cambiaria. En ese sentido, Massa enfatizó ante corresponsales de medios argentinos en Washington: “El segundo gran desafío tiene que ver con empezar a recorrer un camino de simplificación cambiaria a los efectos de que todo eso que aparece como dólar ‘Coldplay’, ‘Tecno’, empiece a trabajar y a operar en un esquema más unificado”.
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