Sociedad
Tragedias que pueden prevenirse
Dos gemelas argentinas de 12 años decidieron terminar con sus penurias arrojándose al vacío desde el balcón del departamento donde vivían, en la ciudad de Sabadell, Barcelona.
Las niñas no se habían adaptado al cambio y para colmo, fueron a vivir a un pueblo de poco más de 6.000 habitantes y donde quien no habla catalán es mal visto. Con lo cual eran permanentemente hostigadas por sus compañeros de colegio. A esto hay que sumarle otro condimento peligroso en algunos sitios del primer mundo: la nena que murió se autopercibía varón y se hacía llamar Iván.
A veces los adultos tomamos decisiones en busca de una mejor calidad de vida y en esos cambios arrastramos a nuestros hijos,que en los infanto adolescentes suelen ser muy traumáticos.
La policía catalana, como siempre, descartó por el momento que las menores sufrieran bullying en el colegio al que asistían, el Instituto Llobregat de Sallent. También indicaron que las chicas eran asistidas por los servicios psicológicos del establecimiento educativo, las causas eran las dificultades que mostraban en la adaptación al nuevo país y colegio. No se descarta que la tragedia puede estar relacionada con problemas familiares.
Las menores son hijas de un matrimonio de argentinos. La madre trabaja de camarera y el padre se encontraba al cuidado de los hijos, y llevan poco más de dos años en este lugar. Tienen un hermano menor. Las fuentes indicaron que luego de la conmoción que causó el hecho, las autoridades celebraron un minuto de silencio frente al Ayuntamiento. En tanto, el departamento de Educación de la Generalitat informó que el Equipo de Asesoramiento y Orientación Psicopedagógica activó el protocolo para brindar contención a los compañeros de colegio de las gemelas, en conjunto con profesionales del Programa de Bienestar Emocional.
Los abuelos de las niñas afirmaron que eran víctimas de un fuerte acoso escolar que comenzó porque eran argentinas y tenían acento argentino. La cuestión se agravó cuando Alana, la adolescente que murió, quiso llamarse Iván y vestirse como varón.
La vida en el primer mundo es muy cómoda y se acceden con más facilidad a cosas que aquí hoy resultan inalcanzables, tranquilidad al caminar por la calle a cualquier hora, poder usar el celular sin ningún tipo de peligro, muy poca inflación, en definitiva, nadie se mete con nadie. Pero el ser extranjero resulta complicado en comunidades pequeñas como esta, donde la gente no acepta lo distinto, y si a esto le sumamos chicos que se perciben de otro sexo, de seguro fue motivo suficiente para que el día a día de las niñas se haya hecho insostenible. Dejaron dos cartas explicando el porqué de la decisión. Los padres nada percibieron.
Les aseguro que en Argentina nos falta casi todo, pero quien viene del extranjero es bien recibido y aceptado y puede manifestarse, expresarse y vestirse como desee, en otros lugares del mundo esto es peligroso.
En resumen, andamos cortos de plata, pero gracias a Dios somos libres, que es muchísimo en estos tiempos.
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