Tragedia en San Cristóbal: murieron cuatro personas por intoxicación con monóxido de carbono
Las víctimas tenían 27, 16, 14 y cuatro años. El hecho se habría producido por un artefacto en mal estado.
Una joven y tres menores de edad, entre ellas una nena de cuatro años, murieron como consecuencia de una intoxicación con monóxido de carbono en un edificio del barrio porteño de San Cristóbal.
El trágico hecho, que se conoció en las últimas horas, se produjo el sábado pasado en un edificio situado en la calle La Rioja al 1.100 y tuvo como víctimas a una chica de 27 años, dos adolescentes de 14 y 16, y una niña de cuatro, informaron fuentes policiales. En tanto, una segunda joven de 26 años logró sobrevivir, aunque tuvo que ser internada en un hospital de la zona.
El desolador panorama fue descubierto en horas de la mañana cuando una joven que se desempeñaba como niñera se presentó en el departamento, después de no recibir respuesta a los mensajes a la dueña de casa.
Las primeras sospechas apuntan a que la tragedia se desató a partir de un escape de gas originado en un calefón o un calefactor con mal funcionamiento.
Días atrás, el Hospital de Clínicas advirtió sobre el riesgo de intoxicación con monóxido de carbono (CO) por la mala combustión en artefactos que funcionan a gas, carbón, kerosene y leña, por lo que el centro de salud, a través de un comunicado, pidió "tomar las precauciones necesarias puede salvar vidas".
El médico Eduardo Scarlato, jefe de la División Toxicología del Hospital de Clínicas a través de un comunicado, sostuvo que "el monóxido de carbono es altamente venenoso".
"Es un gas imperceptible, no puede olerse, no irrita los ojos ni produce tos", señaló el profesional. También sostuvo que "se produce por la mala combustión del oxígeno y cuando se lo inhala en grandes cantidades, por acumulación en el ambiente, puede llevar a la pérdida de conocimiento, asfixia e incluso provocar un paro cardiorrespiratorio".
Los síntomas de intoxicación por monóxido de carbono suelen ser dolor de cabeza, náuseas, vómitos, confusión, visión borrosa, problemas de coordinación en la marcha, palpitaciones y respiración agitada.
Scarlato advirtió que "la persona intoxicada puede presentar una fuerte coloración rosada que suele confundirse con buen estado de salud o calor cuando, en realidad, es producto de la acción del gas en la sangre".
Entre las recomendaciones para evitar accidentes con el venenoso gas se encuentran no utilizar el horno para secar ropa o calentar el ambiente, y no ubicar el calefón en el baño y vigilar la coloración de las llamas encendidas. El médico señaló que "el fuego debe ser siempre de color azul. Una llama amarilla o naranja es símbolo de mala combustión".
(Fuente: La Prensa)
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