Tragedia en Brasil: la tragedia recuerda lo sucedido en República de Cromañón
Un incendio en un boliche de Porto Alegre se llevó al menos 245 muertos. Las imágenes remiten inmediatamente a Cromañón.
La similitud es terrible, asusta y pone la piel de gallina. Brasil amaneció de luto por un incendio en el boliche Kiss, en Rio Grande do Sul, donde al menos 245 jovenes murieron y es imposible para los argentinos no recordar a Cromañón.
Ver las imágenes, los chicos corriendo de un lado al otro para buscar o ayudar a otros jóvenes. Los bomberos y médicos desesperados por brindar su ayuda en un hecho que los excede, los cuerpos en la calle y las caras de los sobrevivientes que aún no pueden comprender lo ocurrido.
Además, al hacer las comparaciones, más allá de las diferencias que puedan existir en ambos casos, uno se pregunta ¿cómo es posible que sigan pasando éstas cosas?
Las dos tragedias se produjeron en boliches, en donde miles de chicos acuden semana tras semana para divertirse, sin pensar en que pueden encontrarse con una cosa semejante.
En ambos casos las víctimas fueron personas de las misma edad, jóvenes de 20 años promedio o un poco más.
La similitud más indignante, las "salidas de emergencia" obsoletas. En Cromañón, dichas puertas estaban cerradas con candados y en Kiss, había sólo una puerta que no era suficiente para que toda la gente que podía encontrarse allí saliera ante una emergencia.
Como si fuera poco, la licencia del boliche estaba vencida desde agosto del 2012. Lo cual demuestra que los inspectores no hicieron bien su trabajo, tal como ocurrió en el boliche propiedad de Omar Chabán.
El incendio en Kiss se habría originado, según los primeros dichos, por una luz de bengala encendida durante el show de una banda que allí tocaría.
La coincidencia más triste es la cantidad de víctimas fatales que ambos incidentes se llevaron.
Aunque no hay cifras oficiales, se sabe que hay al menos 180, mientras que en Cromañón murieron 194 jóvenes inocentes.
Sin dudas un día más que triste, no sólo para Brasil sino también para los argentinos, que no podemos evitar mirar hacia atrás y recordar nuestro triste pasado.