Tráfico de drogas a España: afirman que la droga fue cargada en Argentina
Diferentes fuentes cercanas a la investigación que implica a tres argentinos en narcotráfico a España, coinciden en que los paquetes de cocaína no pudieron cargarse durante la breve escala que hizo el avión en Cabo Verde.
El sábado 1° de enero minutos antes de las 21, el Challenger 604 matrícula N600AM carreteaba una de las pistas de Ezeiza con destino a Barcelona y escala en Isla de Sal, Cabo Verde, donde tenían previsto un recarga de combustible.
Eduardo Juliá era el comandante de vuelo, Matías Miret el copiloto y Gustavo Juliá, el único pasajero. Escondidos en la nave, 944 kilogramos de cocaína.
Según lo relatado por al menos siete fuentes independientes entre sí y vinculadas a la Fuerza Aérea, la aviación comercial, el aeródromo de Morón y familiares de los detenidos, la droga fue cargada en Buenos Aires, publica hoy la versión online del Diario Clarín.
Las razones son prácticas: según los registros de vuelo, el avión estuvo detenido en Isla de Sal apenas 40 minutos. A las 5.50 (hora argentina), comenzó la recarga de combustible y Miret realizó los trámites ante las autoridades. Ese tiempo no alcanzaría para ocultar en la estructura de la nave una tonelada de cocaína fragmentada en panes como fue descubierta por la Guardia Civil.
En este viaje a España, la organización fue distinta. Miret, a cargo del papeleo, consultó por mail a Gustavo Juliá si tenía que hacer todos los trámites. "No te preocupes por Ezeiza, no hay que hacer nada. Está todo arreglado", fue la respuesta que recibió Miret. Con ese dato, se encargó del resto del plan de vuelo, continúa la publicación.
Según la declaración jurada que los Juliá entregaron a la oficina de Plan de Vuelo en Morón, el vuelo fue operado para la empresa "Federal Insurance Company", radicada en EE.UU..
Esa misma empresa se usó para los vuelos de prueba que el Challenger realizó el 18 y 30 de diciembre en Morón. Además, los hermanos Juliá realizaron un vuelo a Mar del Plata el 7 de diciembre y regresaron un día después. Esos cuatro viajes son los únicos vuelos que el Challenger 604 realizó antes de partir a Barcelona, concluye la publicación del diario.