Tomás Fonzi: "Me tomo todo con soda"
*Por Melisa Miranda Castro. De eterno look adolescente, el actor se hizo un lugar en cine, teatro y TV. Habla sobre su reciente paternidad, la relación con su hermana Dolores y su mirada política: "A veces peco de tibio".
Con gorra de sol, mochila camuflada al hombro y montado en su bicicleta, llega Tomás Fonzi al bar para la entrevista. Pasa el tiempo, pero los años parecen no dejar rastros en él, por lo menos en su apariencia, porque la cercanía a los 30 lo encuentra plantado en otro lugar, tanto en su carrera como en su vida personal. Aunque siga conservando el aspecto que tenía cuando formaba parte del elenco de la tira de Cris Morena "Verano del 98", Tomás carga en sus espaldas diez años de trabajo, interpretando diferentes personajes que lo hicieron crecer de una u otra manera. Mirando hacia atrás, no se arrepiente de nada, ni siquiera de "Slam", una película que hizo en España cuando tenía 19 años. "¡Fue terrible! Era una especie de ‘Porkys’ con ‘La venganza de los Nerds’ española, para preadolescentes. Mi personaje era rarísimo. Creo que me contrataron pensando que era otro, porque cuando me vieron llegar no sé, como que esperaban a otra persona", cuenta. Sin embargo, eso también tuvo su lado positivo, porque estuvo cuatro meses en Europa y pudo recorrer muchos lugares. "La verdad que estoy enteramente agradecido de haber hecho esa película, si la veo hoy me cago de risa", confiesa.
Después de un 2010 abocado a la televisión con la tira diaria "Botineras", Fonzi arrancó este año haciendo la obra "Código de familia" en Buenos Aires, junto a Raúl Rizzo y Arturo Bonín, donde interpreta a un joven abogado que tiene que resolver un asunto matrimonial, con un comisario como tercero en discordia, en plena época de la guerra de Malvinas. "Estoy muy contento, la estoy disfrutando muchísimo todos los días. No tengo mucha experiencia en teatro y lo estoy redescubriendo, hay algo de sus códigos que estoy entendiendo ahora. Antes lo veía como un privilegio, algo distante, pero ahora lo siento mucho más cercano", relata.
Haciendo teatro, cine y alguna ficción de TV, se pasó el verano en Buenos Aires. "Esta profesión me da un poco esa cintura, generalmente trabajo los veranos pero tengo una semana entre medio para escaparme a donde yo quiera, sólo para mí. Intento esquivar el malón de gente", dice.
–Fue su primer verano como papá, ¿ya pensó cómo va a hacer cuando Violeta crezca?
–Sí, estaba pensando eso. Cuando mi hija vaya al colegio voy a tener que adaptarme un poco a sus vacaciones, o la haré faltar (risas).
–¿De qué manera lo movilizó la paternidad?
–Me movilizó a todo nivel, estoy muy bien, no pudo haber sido mejor la experiencia.
–Ya hace unos años había declarado que tenía ganas de ser padre y que estaba practicando con un ahijado.
–No, estaba practicando con mi mujer (risas). Suena un poco mal ¿no? Pero veníamos pensándolo y lo concretamos. Yo estoy maravillado con mi hija, no paro de besuquearla todo el día, ya me saca con las manos como "salí de encima mío". Tiene nueve meses, algo balbucea, algún "mamá" ya dice.
Además de la obra de teatro, este año Fonzi estuvo en la película "Cruzados" y "No te enamores de mí" y participó en quince capítulos de la miniserie de Canal 7 "Contra las cuerdas". No tiene planes de hacer televisión por el momento, pero no por una necesidad de alejarse de la pantalla chica, sino porque no surgió la oportunidad.
–El hecho de haber elegido trabajar en Canal 7, ¿está relacionado con una postura política o es simplemente trabajo?
–Me genera mucho placer estar en la pantalla de Canal 7, es cierto, pero no está ligado a algo político. Este último tiempo me gusta mucho la programación, la línea que marca el canal, hacia dónde están dirigidos y por qué.
–La pregunta apuntaba a si acompaña al Gobierno desde su arte.
–Trato de no estar al margen de lo que pasa, soy actor, uno puede involucrarse más o menos, pero depende de la cercanía que tiene uno con la política. A veces, siento que peco un poco de tibio pero siempre manifiesto que estoy a favor de lo que está pasando con este Gobierno. Creo que no había otra dirección posible.
–¿Qué fue lo que le interesó del kirchnerismo?
–Con el tiempo fui entendiendo y descubriéndolos a los Kirchner. No sabíamos bien quién era Néstor en 2003; una de las cosas que más me gusta o lo primero que a mí me hicieron pensar que estaban en lo cierto, son los enemigos que cosecharon. Es lo que más habla de quiénes son ellos. Pero creo que hay que profundizar el modelo. No me gusta hablar de kirchnerismo, está bueno hablar de un modelo nacional y popular, de inclusión social. Cuando uno le pone un apellido, se quedan un montón de cosas afuera. Un partido político o una conducción tienen que estar basadas en cosas extrapartidarias, en fundamentos como la verdad, la honestidad, la justicia, la equidad. Esas son las banderas políticas, porque la persona es absolutamente falible y voluble.
EL HERMANO DE... La carrera de Tomás Fonzi en la pantalla grande está muy relacionada con el director Diego Rafecas, ya que actuó en tres de las cuatro películas que el cineasta realizó. Es un poco el actor fetiche, aunque Tomás se ríe y bromea con que lo bueno de eso es que sabe que tiene trabajo asegurado. Con él ha interpretado uno de los personajes más importantes en su carrera en el filme "Paco". "Fue uno de los desafíos más importantes que me ha tocado encarar, por un montón de cosas. Por lo complejo del tema, por lo profundo que eso cala en los sentimientos de una persona, yo quería que como actor se viera. Fue fundamental creer ciegamente en el director y entregarme, si vos le estás buscando la hilacha, estás todo el tiempo conteniéndote", asegura.
–¿Le pasó lo mismo al trabajar bajo las órdenes de su hermana Dolores en "Soy tu fan"?
–Yo la conozco mucho a mi hermana y estaba clarísimo cuál era la propuesta de ella y su socia, Constanza Novik. No había nada que discutir, todo lo contrario, yo estaba trabajando en función de ese objetivo que ellas tenían, que se me hacía muy claro por conocerlas tanto.
–¿La extraña cuando está tanto tiempo en el exterior?
–Bueno, ahora está acá hace rato, así que nos vemos seguido, eso está buenísimo. Además, ahora los dos somos padres, ella está a punto de tener el segundo. Cuando nació el primero, Dolores estaba en España. Justo no pude ir, pero fue mi vieja y mi hermano. Igual yo sabía que en algún momento iban a venir. No me pesan mucho las distancias, es un mundo pequeño, estamos todos parados en la misma piedra. Con Internet charlamos por Skype seguido.
–¿Los Fonzi son familieros?
–Somos más bien independientes pero nos vemos seguido.
–¿Al crecer sufrió el síndrome del hermano del medio?
–Yo siempre fui, justamente, un poco el mediador. Me tocó ese lugar desde chico, fui como el más medido. No sé si tuvo que ver con eso, con mi forma de ser, con mi signo, pero nunca padecí ser el del medio. Yo siempre fui el que trató de filtrarle los problemas a los viejos, de amortiguarlos un poco.
–¿En la vida también es así?
–Soy un tipo tranquilo, trato de no hacerme mucho problema por todo. Me tomo todo con soda. Siempre hay un por qué razonable, como para que uno no se haga tanto problema. Además, está mi mujer para hacerse problemas, ahí trato de amortiguarle un poco. Trato de no volverme loco, porque ya va a venir un problema real. Pienso que si me hago tanto problema por una boludez, cuando tenga un problema real voy a saltar de un puente.