Tomas en las escuelas: ¿estudiantes rebeldes? No, conscientes
Los alumnos están aptos para opinar sobre su derecho a aprender.
Para opinar sobre las tomas en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires hay que sacarse primero el "cepo a la reflexión" que a muchos colegas les impide discutir sobre los argumentos de los estudiantes y reducen el tema a una especie de "problema generacional".
De qué sirve una crítica sobre por qué los estudiantes toman las escuelas, si invalidan sus razones diciendo que son "rebeldes" por la edad.
De esa forma se hace a un lado lo más importante: los chicos que han logrado entrar a los colegios más exigentes que estudian y se preocupan por la calidad de su enseñanza plantean que una nueva norma amenaza con precarizar su educación.
¿En contra o a favor de las tomas? Eso depende de cada uno, pero vale sólo si se conoce qué es lo que se reclama, cómo y por qué.
Qué reclaman los estudiantes
El cambio en los programas de estudio que se intenta imponer quita materias que los alumnos consideran necesarias para especializarse, y en su lugar quedan materias generales. Lo conflictivo es que los jóvenes que quieran recibir una especialización para trabajar tendrán que recurrir a la educación privada y pagar por cursar materias que hoy sí tienen los colegios públicos.
"La reforma educativa porteña 'Nueva Escuela Secundaria de Calidad' (NESC) elimina 143 orientaciones en los colegios secundarios de la Ciudad", explicaron los estudiantes en un escrito presentado ante el Ministerio de Educación, que publicó Contactopolitico.com.ar.
En el mismo especifican: "La NESC elimina contenidos específicos de las escuelas técnicas. Se eliminan horas de "Dibujo Técnico" y las especialidades en los ciclos superiores".
¿Los alumnos estarán obligados a trabajar en negro?
Además, los alumnos denuncian el dicho documento que se obligará a los estudiantes de escuelas técnicas a "trabajar en negro": "La NESC incorpora como condición para graduarse en un colegio técnico realizar 200 horas de prácticas profesionales gratuitas en empresas privadas (trabajo en negro). De esta manera, se le otorga a las empresas mano de obra gratuita, calificada, garantizada y sin costos (ni aportes jubilatorios, ni ART, ni obra social, ni nada) sin ningún fin pedagógico".
No tapar el sol con el pulgar... mejor dicho, con violencia
Mientras los estudiantes hacen debates en las escuelas, algunos profesores participan y sus padres los acompañan, un ataque de vandalismo tomó protagonismo.
No se conocen las identidades ni los intereses que movieron a menos de una decena de personas a ocasionar daños en la iglesia San Ignacio. Sin embargo, rápidamente se reorientó el debate sobre la reforma educativa y se redujo a la indignación por los destrozos. Claramente, este hecho es repudiable, pero por "pura casualidad" monopoliza el discurso referido a las tomas cuando existen miles de estudiantes que realizan la protesta de forma pacífica.
La polémica forma de protestar
Los estudiantes decidieron tomar las escuelas y el hecho de que se frenen las clases fue el aspecto que tomó el gobierno y el "conservadurismo" (que en realidad está a favor de no conservar sino de recortar) para plantarse en contra del reclamo. Paradójicamente, el Ejecutivo intenta achicar la cantidad de horas de clase.
Lejos de "gritar y patalear", los jóvenes llevan adelante medidas pacifistas.
A las tomas se suman movilizaciones y marchas para difundir su reclamo que incluyó la solicitud para participar de la creación de una política que los afecta directamente.
Ante la negativa a ingresar a la sesión del comité técnico del Consejo Federal de Educación (compuesto por los Ministros de Educación del país), donde se trató el pedido de la Ciudad, los dirigentes de los centros de estudiantes optaron por entregar un documento explicando su postura.
Son la generación que nació en democracia
¿Por qué los estudiantes participarían del debate? Porque es un tema de interés público y todas las políticas del Estado deben tener en cuenta en su diseño a quienes van a ser afectados.
Además, "todos los habitantes de la Nación gozan del derecho a enseñar y aprender", dice nuestra Constitución Nacional en su artículo 14; en el mismo también plantea el derecho a la información, que tiene como fin "asegurar la participación cívica" mediante "la implementación de mecanismos que incrementen la transparencia en la gestión de gobierno".
"Construir un debate y diálogo informado entre gobernantes y gobernados", se lee en el instructivo de solicitud de Información Pública.