Toman, manejan, matan y siguen cómo si nada
Otra tragedia por un conductor borracho reavivó la polémica por la pena que le cabe a un "asesino al volante".
Pasan los meses y los casos se multiplican. Conductores borrachos que, sin piedad, manejan y matan. La mayoría escapa y hasta algunos, con sus actitudes, se ríen de la justicia y de sus víctimas.
Tal vez uno de los primeros casos que conmovió a la sociedad fue el de Kevin Sedano, el adolescente atropellado a metros de la quinta presidencial de Olivos por Eduardo Sukiassian hace 12 años.
Sukiassian se fugó y se presentó casi 48 horas después. No hubo pericias toxicológicas pero él mismo declaró que volvía de una fiesta.
El joven conductor fue a juicio y lo condenaron a 3 años de prisión efectiva. Después le bajaron la pena a 8 meses pero sólo pasó 2 en prisión y la causa sigue dando vueltas. Ahora, falta la definición de la Corte Suprema.
borradaRodrigo "la hiena" Barrios, el famoso boxeador, volvía de una fiesta el 24 de enero de 2010 en Mar del Plata. Con su camioneta de alta gama chocó de atrás a un Fiat 147 que se detuvo en un semáforo. Tras el choque, el auto más chico atropelló y mató a Yamila González, una embarazada que cruzaba la calle. Hubo otros 4 heridos. Chocó, provocó una muerte y escapó de contramano.
En abril de 2012, Barrios fue condenado a 4 años de prisión efectiva, pero no pasó preso ni siquiera 15 días. Fue excarcelado, quiso volver a pelear y terminó vendiendo zapatillas en La Salada.
A mediados de febrero de 2013, Pablo García, el hijo del periodista Eduardo Aliverti, atropelló a un ciclista en la Autopista Panamericana y lo llevó sobre el auto más de 17 kilómetros. Tenía más del doble de alcohol en sangre que lo permitido. Sigue libre.
El 19 de enero pasado, en Salta, Jorge Omar Barrientos manejaba totalmente borracho, se despistó de la ruta y se metió en un camping. El conductor iba a 136 kilómetros por hora y tenía casi el triple de alcohol en sangre que lo permitido. Mató a dos jóvenes hermanos y dejó varios heridos.
Este fin de semana, en Córdoba, un comisario que manejaba borracho atropelló y mató. Estaba en funciones y manejaba un auto oficial, pero se había ido "a tomar algo" con amigos. Está detenido y fue separado de la fuerza.
La víctima fue una mujer de 34 años, madre de ocho hijos.
Cinco casos distintos con los mismos condimentos: alcohol y descontrol.
Desde hace dos años, la organización "Madres del dolor" busca que el Gobierno apruebe un proyecto para ampliar las penas para quien maneje y mate alcoholizado o drogado.
El proyecto de ley busca modificar el artículo 84 del Código Penal para que la pena por atropellar y matar sea de 3 a 6 años para el conductor que atropelle y mate bajo los efectos de alcohol o drogas, se fugue luego del accidente o maneje a más de 50 kilómetros de lo permitido.
El documento durmió dos años en el Congreso pero por la lucha de las Madres del Dolor terminó aprobado por Diputados. Ahora duerme en el Senado.
Viviam Perrone, mamá de Kevin Sedano y fundadora de Madres del dolor, habló con JusticiaCero y contó que aproximadamente mueren 15 personas atropelladas por mes, y dio un ejemplo doloroso: si a un conductor lo detienen manejando borracho debe pagar una multa, pero si borracho, atropella y mata, puede ser excarcelado sin siquiera pagar una multa.
Mientras cientos de víctimas esperan justicia, los asesinos al volante caminan por la calle y hasta se fugan después de matar y muchas veces eso ni siquiera es considerado un agravante.
Las familias de las víctimas reclaman justicia, esa justicia que, por lo menos en los papeles, duerme en un cajón del Senado.