Todos miran a la CGT
*Por Luis A. Fermosel. Ni bien se produjeron las diferencias entre Moyano y la Presidenta de la Nación, desde el sector de los "gordos" salieron a pedir la salida inmediata del camionero de la titularidad de la CGT.
"Los votos están y lo que se está discutiendo es el momento", dijo a Los Andes un encumbrado dirigente nacional del sindicalismo al hacer alusión a la posibilidad de remoción de Hugo Moyano al frente de la CGT nacional.
Algunos están impulsando la salida "inmediata" -lo que de hecho significaría que antes de fin de año se producirá el recambio- mientras otros rechazan cualquier golpe de Estado en la central obrera y prefieren esperar hasta que se cumpla el plazo, en junio del año que viene.
La que pasó debió ser, sin dudas, la semana más dura desde que Hugo Moyano se puso al frente de la central obrera. El cruce que se produjo en los mensajes lanzados con motivo del Día de la Lealtad fueron el detonante del avance posterior de los dirigentes antimoyanistas. Durante el acto realizado en la CGT, al que no asistió ningún representante del Gobierno, Moyano aseguró que en el país "no caben más los versos. Ahora hay que ir a la práctica.
Le quiero decir al Gobierno que hay que empezar a construir viviendas", dijo, para agregar que "si los gobiernos quieren prosperar, no se pueden divorciar de los trabajadores, porque no sólo son los que generan riqueza, sino que son los que sostienen a los gobiernos que le dan respuestas".
Cristina Fernández acusó recibo y su opinión no se hizo esperar. Aseguró horas después que la Argentina batió (en su gobierno) récords en cuanto a generar millones de puestos de trabajo, reclamó "dirigencias sindicales a la altura de las circunstancias" y dijo que "los principales defensores de este modelo deben ser los que han conseguido tantas cosas".
No fue la primera pelea entre el Gobierno y el conductor de la CGT, pero pareció ser la gota que rebalsó el vaso. Porque un día después el sector de los "gordos", en acuerdo con los "independientes" decidió avanzar sobre la necesidad de terminar con la gestión de Moyano.
"Todos coincidimos en que no debe ser reelegido", dijo inmediatamente después de la reunión el lucifuercista Oscar Lescano, uno de los "gordos" históricos junto a Armando Cavallieri, de Comercio; Carlos West Ocampo, de Sanidad y Rodolfo Daer, de Alimentación. Mientras los "independientes", conformados por José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias; Andrés Rodríguez, de UPCN y Gerardo Martínez, de la construcción; preferían retardar la salida. Se trata de gremios grandes, con muchos delegados a un posible confederal, que superarían a cualquier planteo defensivo de Moyano.
La discusión se centra ahora en los tiempos. Al decir de la fuente nacional consultada, todo dependerá de la actitud que asuma Moyano (el miércoles asistió al acto de cierre de campaña de Cristina) y a las señales que bajen desde el Gobierno. Se indicó en este caso que, como "nadie es más fuerte que el primer día", Cristina podría presionar la salida ahora, después del triunfo electoral o inmediatamente después de asumir en diciembre. También se indica que Moyano ha perdido apoyos dentro del gabinete y el único aliado que le queda es el ministro De Vido.
Otro de los temas pasa por fijar quién será el sucesor del camionero. En un principio se mencionó al obrero de la construcción Gerardo Martínez, pero una denuncia de representantes de derechos humanos lo sacó de carrera.
Con relación a Andrés Rodríguez, si bien es un hombre cercano al kirchnerismo, la propia condición de empleado público le resta méritos. Las posibilidades de que sea un "gordo" es prácticamente imposible. Por un lado porque, para algunos, sería volver al pasado y por el otro porque son dirigentes muy cuestionados por su larga trayectoria en el gremio.
En ese marco de situación y con el "aval" de la intención de la Presidenta de industrializar al país, las posibilidades se agrandan para un gremio de base industrial. La dirigencia de los mecánicos es muy nueva -asumieron recientemente y son "muy nuevos"- y es por eso se que menciona a un hombre de la UOM. Difícilmente sea su líder, Antonio Caló, porque es política del gremio no jugar a su secretario general. Sólo cabría recordar que Lorenzo Miguel designó a un hombre de la conducción, José Ignacio Rucci, cuando debió ocupar aquel cargo.
También se indica que cuando la UOM tuvo todo el poder en sus manos -tanto la CGT con Rucci como Lorenzo Miguel con las 62- nunca avanzó sobre otras organizaciones gremiales planteando diferencias con encuadramientos sindicales, un error que sí cometió Moyano, avanzando sobre Comercio (por eso Cavallieri es uno de los que impulsa con mayor fuerza el cambio), sobre aguas y gaseosas y sobre los gastronómicos, entre otros gremios.
Dicen que Moyano no se quedará quieto y buscará mantener la conducción. "Todo depende de él y de la buena o mala letra que haga", señaló la fuente.
De todos modos, no le resultará fácil la tarea a quien tome las riendas de la CGT. Por un lado, porque es intención del Gobierno alcanzar un acuerdo económico-social para frenar la inflación, y por el otro, porque algunos esperan un avance sobre las obras sociales por parte de La Cámpora.
"Cuando el río suena, algo trae", dijo el sindicalista nacional que dialogó con Los Andes, aunque aclaró que "no creo que en esto la Presidenta esté de acuerdo. Además, esos chicos no tienen tanta aceptación como ellos creen, tanto en el Gabinete como en el Congreso. Eso lo sabe Cristina, por eso le da importancia pero no tanto como para entregarles aspectos conflictivos".