Todos los misterios del caso Stefanini: un multimillonario que desapareció de la noche a la mañana
El financista no tenía amigos y sólo usaba una libreta para anotar sus cuentas. Ganaba 5 millones de dólares al mes y tenía un bebé de 10 meses.
¿Puede una persona desaparecer de la noche a la mañana sin dejar rastro alguno? El caso de Damián Stefanini parece dar una respuesta afirmativa a la pregunta. El empresario se esfumó hace cuatro meses y los investigadores no tienen ni siquiera una pista de su paradero. Los misterios que encierran su caso son numerosos y llaman la atención sobre los recursos de la Justicia.
El 17 de octubre pasado, Stefanini partió de su casa al encuentro con un socio del que debía recibir la sideral suma de 1 millón de pesos. A partir de ese momento, nunca más nadie volvió a verlo ni a escuchar rumores sobre su paradero. Si bien el misterio que encierra a la causa es contundente, los investigadores apuestan a que el empresario no desapareció por su propia voluntad.
Casado y con un bebé de tan sólo 10 meses, la idea de la desaparición por su propia cuenta no termina de sonar convincente. Sobre sus actividades financieras, una fuente consultada por el diario Clarín informó: "Cambiaba cheques y prestaba dinero, pero casi siempre sin firmar documentos. Los testigos contaron que no estaba informatizado y que sólo anotaba a sus deudores en una libretita. Esa libretita, clave para la investigación, nunca apareció".
Un dato llamativo sobre su ostentosa vida consiste en que, al momento de su desaparición, Stefanini tenía en construcción tres barcos. Además, vivía rodeado de lujos, como autos de alta gama y viviendas exclusivas. Uno de sus vehículos se lo había comprado al financista Federico Elaskar, apresado por lavado de dinero y vinculado a las tareas de Leo Fariña quien habría actuado como "valijero" del empresario kirchnerista Lázaro Báez.
"En sus negocios como financista, Stefanini manejaba un promedio de al menos 5.000.000 de pesos al mes. En la causa apareció gente que le debía dinero, pero ninguno al que él le debiera", explicó la fuente consultada por Clarín.
Uno de los misterios que rondan la causa se contiene en el último viaje que hizo el empresario en su auto. Hasta el momento, los investigadores no pudieron determinar si Stefanini manejaba su Audi A4 al momento de su desaparición. Este agujero negro en la causa aumenta las sospechas sobre su voluntad de desaparecer. Alguien habría intervenido.
Voceros de su familia, consultados por el diario Clarín, informaron datos sobre su vida privada. "Stefanini casi no tenía amigos y era un tipo desconfiado y ambicioso. No se bajaba del auto si no estaba seguro. Por eso una de las hipótesis es que la persona que lo capturó era conocido de él", contaron.
En cuanto a su actividad contable, otra de las fuentes de la investigación reveló: "El contador declaró que a Stefanini sólo le llevaba el monotributo y que no sabía nada de sus negocios como financista. Estamos convencidos de que no dijo la verdad, porque hablaba al menos 5 ó 6 veces por día con él. Sin embargo, se allanó su oficina pero no se encontró nada".
La causa estuvo siendo investigada por la justicia bonaerense durante gran parte de su desarrollo. Actualmente, la justicia federal de San Isidro lleva a cabo la investigación. Aunque los cambios no resultaron positivas: el misterio pesa en la causa más que nunca.