"Todos detrás de Cristina"

A esta altura, casi la única certeza del grupo que reúne a Eduardo Accastello, Horacio Viqueira, Carmen Nebreda y el docente universitario Francisco Tamarit, entre otros, es justamente el enunciado que comienza estas líneas y que no produjo trabajo alguno que todos firmaran: "Todos detrás de Cristina".

Este grupo tan poblado de reconocidos dirigentes cordobeses mide 9% en la provincia, pero Cristina 42%. Similar escenario al kirchnerismo puro en Santa Fe, donde el mismo Hermes Binner me comentaba: "Cristina ya nos gana a nosotros, especialmente en Rosario". Así las cosas, la estrategia electoral del oficialismo no puede ser otra que dejar fluir el voto local a Luis Juez y Antonio Bonfatti en Córdoba y Santa Fe, hacia la opción presidencial del FpV, en territorios que desdoblan elecciones provinciales y nacionales.

La solución nacional en estos distritos es entonces impulsar o crear las condiciones para materializar el tradicional "voto cruzado" entre el conjunto de sectores K, PJ, socialistas y juecistas, que harán de Cristina la opción mayoritaria en primera vuelta, ganando en las dos provincias sin ballottage, a pesar de elecciones provinciales que, seguramente, de continuar este escenario de fragmentación del espacio panperonista, estarán muy por debajo de la opción nacional, en una relación de 4 a 1.

El tercer distrito clave para el FpV que respondió de manera muy pobre en 2009, integrante del trípode de la muerte, es Capital Federal. La opción local del FpV mide 20%, de manera indistinta respecto de los candidatos que la encabecen, es el espacio el que mide eso, y podría trepar a 22% con techo de 25%. Los candidatos son insignificantes para la primera vuelta y su valor central es representar el espacio que lidera Cristina Kirchner que hoy, en la propia Ciudad de Buenos Aires, duplica en intención de voto al alicaído Mauricio Macri.

Los candidatos porteños del FpV, sin embargo, no resultan equivalentes en ballottage, para el cual deberán manifestar atributos específicos al enfrentar esta segunda ronda inexorable en el distrito porteño, en especial poseer capacidad para captar electorado no propio, independiente, de baja intensidad ideológica, alineado con otras alternativas porteñas en primera ronda que espera, los estudios muestran, novedades y gestión, como atributos principales de los candidatos. Un caso muy menor de probable voto cruzado es provincia de Buenos Aires, donde está planteada como posibilidad una colectora a la lista oficial del PJ, que encabezaría Martín Sabbatella. Ahora bien, todos los estudios señalan que los electores de Nuevo Encuentro que en 2009 votaron la opción de Martín Sabbatella como diputado, contra la opción Kirchner-Scioli, en este nuevo contexto del año 2011, ya están votando nacionalmente por Cristina, por lo que una eventual colectora progresista hoy ya no suma votos a Cristina, siendo el beneficio electoral neto, exclusivamente para el ex intendente de Morón. En efecto, cuando Néstor Kirchner pensó la colectora progresista, lo hizo en un contexto de ballottage bajo la suposición correcta de que en ese corredor tan estrecho, una alternativa a la lista oficial justicialista bonaerense sumaría algunos votos adicionales ("tres o cuatro puntitos", pensaba Néstor), provenientes de aquellos que no estaban dispuestos a votar al PJ distrital, pero sí al FpV nacional.

Ese escenario ha desaparecido y hoy Cristina gana en primera vuelta en Buenos Aires con más de 45% de los votos por lo que la colectora ahora favorece de manera unilateral a Martín Sabattella y su lista de candidatos que podrían ingresar en partidos bonaerenses jamás soñados por el arrastre que supone colgarse de la candidatura de Cristina Kirchner. En fin, plín caja, para el progresismo bonaerense que se frota las manos esperando el sí de la Presidenta, que sin embargo aún no llega... chachachachannnnn...