Todo pasó en un minuto de locura
La tragedia comenzó en la esquina de Castañares y Cobo, cuando dos personas le arrojaron una piedra a un Ford Fiesta en el que viajaban un hombre y su esposa. El vehículo circulaba por Castañares y, según se ve en las cámaras de seguridad, frena de golpe tras cruzar Corea, después de que dos jóvenes que cruzaban en diagonal, con el semáforo en verde, lo obligaran a esquivarlos, mientras los demás autos hacían lo mismo. Típica escena de estos tiempos, donde cada cual cruza y transita por donde se le da la gana.
El auto, al recibir el proyectil, frena, da marcha atrás y dobla a la derecha hacia Corea. Avanza unos 20 metros y frena. El conductor se baja para enfrentarlos y comienza una discusión con los dos jóvenes, sobre la vereda. Allí la imagen es confusa, por la distancia y porque se oscurece por la sombra de los árboles. Pero se puede ver que el conductor vuelve al auto, se sube y arranca por Corea. Según se pudo reconstruir por los testigos, el conductor del auto recibió la puñalada a la altura del corazón. Los médicos confirmaron que se constató una "herida punzocortante en el tórax, en las dos orejas y en los brazos, que responderían a maniobras defensivas". Se investiga si el cuchillo era de los atacantes o del conductor, ya que parece bajarse del auto con algo en la mano.
El automóvil siguió por Corea, una calle que es una curva de unos 400 metros, continuación de Carabobo. Esta se convierte en Cobo. Al llegar al cruce con Puán, se desvaneció, perdió el control, atropelló a una mujer que esperaba el colectivo 133, la arrastró unos 15 metros y la mató. El auto terminó adentro de una panadería. Se constató que el puntazo le hizo perder el conocimiento.
La Policía detuvo a un hombre por la puñalada al automovilista. Se trata de Matías Nahuel Pérez, de 27 años, quien vive en la villa 1-11-14, muy cerca de donde ocurrió todo. Pérez tiene tres detenciones por robo, la última de ellas hace menos de un mes, el 18 de marzo.
La mujer atropellada fue identificada como Alcira Encarnación Maldonado Paniagua, de 49 años y con DNI extranjero. Los primeros datos de la investigación indican que la víctima perdió la vida en el acto, al ser atropellada en la parada del colectivo de la línea 133, en la esquina de la avenida Cobo y la calle Puán.
Todos los días, los que conducimos vemos cómo los peatones cruzan por cualquier lugar, sin respetar senda peatonal, semáforo o indicación alguna. Siempre buscan provocar al conductor del automotor, la moto o la bicicleta; cualquier excusa es buena para discutir o imponerse. Bueno, en este episodio, el conductor del auto retrocede antirreglamentariamente, dobla intempestivamente con la clara intención de reclamar por la pedrada que recibió su auto. Realmente, no tiene sentido semejante reacción por parte del conductor. El minuto de calentura le terminó costando la vida, y también la de otra persona ajena al hecho, que solo esperaba el colectivo.
No es época de reacciones. Por el contrario, es tiempo de acciones y reflexiones: pare y piense. El auto tiene arreglo, la vida no tiene reposición… La calentura pasa rápido, el duelo por la pérdida de una vida no tiene consuelo.
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