Todo lo que se dijo, todo lo que pasa

Dijeron: "Quilmes va a zafar porque el vicepresidente es Aníbal Fernández". Ocurrió: si Huracán y Gimnasia ganan, Quilmes caerá en descenso directo aunque gane 10 a 0.

Dijeron: "Racing va a ser campeón en homenaje a Néstor" y "a Russo van a renovarle porque lo puso Máximo (Kirchner)". Ocurrió: perdió nueve partidos sobre 18 y el presidente Molina acaba de anunciar que a Russo no se le renovará el contrato. Podríamos agregar que la Academia fue uno de los equipos más perjudicados por los malos arbitrajes.

Dijeron: "A River lo van a salvar de alguna manera". Ocurrió: en el Apertura, River llegó a estar siete partidos sin ganar. Esa racha le costó la cabeza a Angel Cappa. Ahora lleva seis jornadas sin triunfos y, si se dan un par de resultados posibles, podría jugar la Promoción.

Dijeron: "A Gimnasia lo van a salvar. La Presidenta es hincha del Lobo y su madre (Ofelia Wilhelm) va a comer con los jugadores a Estancia Chica. Olvidate". Ocurrió: de los últimos doce partidos, Gimnasia sólo ganó uno. También prescindió de Cappa y, para la intención final de salvarse, apostó por Hernán Darío Ortiz, un ex jugador del club. Ahora, necesita ganar y que Huracán no lo haga para aspirar a la Promoción.

Dijeron: "Independiente pone a su cuarto arquero (Diego Rodríguez) porque Mohamed no quiere que Huracán se vaya al descenso". Ocurrió: Assmann está lesionado desde hace tres semanas. Gabbarini viajó a la gira de la Selección B por Nigeria y Polonia con un problema muscular. Jugó infiltrado los dos partidos de esa gira y el de Independiente ante Tigre. Hilario Navarro no escapa a la general del plantel y volvió a sufrir una dolencia muscular. Las paredes de la ciudad de Avellaneda y una buena parte de la zona sur de la Capital Federal están tapadas por afiches que dicen: "La camiseta del Rojo no se vende. Te queremos en Independiente, no en Huracán". Por último, todo el revuelo (y el morbo) por el debut en Primera de Diego Rodríguez hizo obviar un dato relevante: Mohamed hará reaparecer ante el Globo a los dos mejores jugadores que tiene el equipo: Tuzzio y Patricio Rodríguez. Seguramente, el DT no quiere que Huracán se vaya al descenso, pero es la que le tocó. Es estúpido pensar que arriesgará su carrera de entrenador y su futuro por un partido o el destino de un equipo que no tiene ningún sostén institucional que le permita vivir sin sobresaltos. Si Huracán desciende, no será por el Turco ni porque no juegue Hilario Navarro. Y pensar que Diego Rodríguez, después del enorme sacrificio que significa un largo trayecto en inferiores, va a venderse en su debut en Primera, es de una mente inferior.

Dijeron: "Boca le va a dar los puntos a Gimnasia por Guillermo. Fijate que Palermo se despide contra Banfield para no jugar en La Plata. Ah, y juega D’Angelo, el tercer arquero. Ya está". Ocurrió: el arquero titular será Lucchetti y Palermo utilizará por última vez la camiseta de Boca. Al rival que más veces derrotó Palermo es a Gimnasia, justamente.

Dijeron: "A Tigre lo salva Massa. No hay chance de que tenga problemas con el descenso o la Promo". Ocurrió: llegó con lo justo porque no pudo ganarle a Independiente el sábado. Ahora, necesita no perder con Argentinos en La Paternal para zafar. Es más, si empata, precisa que River y Olimpo no ganen.

Los protagonistas también juegan su papel. Si bien Julio Grondona no fue tan contundente cuando dijo que "River tiene muchas posibilidades de salvarse", la realidad es que no fue oportuno. El DT de Olimpo, Omar de Felippe, tiene razón cuando dice: "No era el momento".

Ricardo Caruso Lombardi no tiene razón cuando explota contra Mohamed porque juega Diego Rodríguez. Primero, porque debe ser uno de los peores momentos –sino el peor– de la vida profesional del Turco. Su esposa tiene aspiraciones políticas en el club de Parque de los Patricios y el gimnasio del club se llama Faryd Mohamed, en memoria del hijo fallecido.

 Un vínculo de ese tipo no puede ser bastardeado por la chance deportiva de descender. El torneo no empezó cuando llegó Caruso Lombardi a Quilmes. Empezó antes, cuando Quilmes equivocó el camino, contrató a veinte jugadores y estuvo sin ganar mucho tiempo.

Segundo, porque con el mismo criterio equivocado (o no, no lo sabemos), uno podría preguntarse en qué condiciones el volante Enzo Kalinski pasó de Quilmes a San Lorenzo tres días después de que el Ciclón perdiera con el Cervecero en el Nuevo Gasómetro.

Seguramente, la sola insinuación de que San Lorenzo cambió los tres puntos por el pase del volante desataría la ira de los dirigentes azulgranas, de los quilmeños y, por supuesto, de Caruso Lombardi. Por ahí, con razón. Con la misma razón que tienen los que se sienten agraviados por las conjeturas constantes de hinchas, allegados y periodistas.

Salvo los arbitrajes que fueron pésimos, la verdad es que los antecedentes del torneo, en materia de sospechas infundadas, alientan a pensar en una resolución genuina, dentro de lo deportivo. En todo caso, pensemos hacia adelante en modificar la extensión de los torneos y el sistema de descensos. Pero ahora hay que lidiar con lo que hay.

Y lo que hay es eso que se ve dentro del campo. Es fútbol en estado puro. Alrededor, está lleno de charlatanes. Los hechos, al menos esta vez, les explotaron en la cara.