Todo lo que hay
*Por Raúl Acosta. A Néstor no lo quería el 73 por ciento, a ella el 60 por ciento. Para pelear a NK los opositores cantaban la marcha peronista: "Todos unidos triunfaremos". Ahora agitan la vieja frase de Pepe Arias: "Desparramados, ¿qué hacemos?"...
La oposición está dispersa, como un tango de Cátulo: sin saber que trole hay que tomar para seguir. Más claro: sólo sabe, la oposición, combatir al peronismo. El peronismo, cada día mas explícitamente, es el ser nacional.
La mañana que a Mauricio Macri no le dicen qué pasa no hay mensaje.
El atardecer que a Ricardo Alfonsín no le preguntan por el padre no hay Angelus.
La señora Carrió, opacada por Fukushima, no tiene tsunamis para anunciar. Espera. Un país no se gobierna anunciando catástrofes. La Carrió lo sabe, pero la índole es irrenunciable.
Solá, Duhalde, Rodríguez Saa (el Adolfo, el Alberto) no juntan palo y la metáfora es exacta: una partida de truco admite mentirosos que vienen a comer el asado y divertirse.
Pino Solanas aún sueña unir a los radicales "gauche", socialistas ídem y ofertar 25/30 legisladores nacionales verdaderamente progresistas al 11 de diciembre de 2011. Debería ir por esa masa, proporcional a los votos reales de los distritos donde el pensamiento independiente es eso: independiente de los planes que esclavizan.
En la provincia de Santa Fe el asunto se ha complicado.
Ganaba fácil el socialismo. Jugaron a quien era más longilíneo y extenso. El peronismo, equívoco, facilitaba las cosas y lo que tantas veces se ha escrito: el poder, en Argentina, vuelve peronistas a todos. La crisis del socialismo es una crisis de poder, típicamente peronista.
Los radicales, repitiendo conducta, en lugar de conciliar, que hubiese sido lo racional, lo atinado, se restregaron las manos ante la palabra mágica: internas. El papelón de los radicales que, siendo parte del gobierno de Binner o de Lifschitz, critican a los ejecutivos es una alegoría del escorpionaje que históricamente los derrumbó. Debían apaciguar y trajeron nafta.
El peronismo nacional desde 1952, cuando mira Santa Fe se contradice . El leal, auténtico, estoico defensor del kirchnerismo fue/es Agustín Rossi. Traer temporalmente a Rafael Bielsa, mediante seducción, pacto de caballeros y plan de reclutamiento de conversos que lo acompañarían sumará votos kirchneristas que no conciliaban con Rossi. Hasta ahí todo bien. Bielsa, cronológicamente, es el plan B. Pero los planes sumados (A y B) sirven con vistas a agosto y oktubre (elecciones nacionales). El problema es la elección provincial de julio. Rossi y Bielsa no atraen, de modo ostensible, a los peronistas medios y medio derechosos, que son la mayoría silenciosa de los perucas. Magia: juntan votos progre, que no son peronistas. CFK los junta.
Reutemann no pensó en la provincia, no pensó en la Nación, no pensó en su rol público, pensó en él. Está claro que aceptará un cargo importantísimo, siempre y cuando no altere su equilibrio. La historia pondera a los que se desacomodan la ropa peleando. La extensión de Reutemann es Obeid. También se borró.
Especulación: los borrados "leyeron" que CFK ganaba de un galopito y no convenía enfrentarla; que CFK quiere a los socialistas en el gobierno, porque es un modo de terminar con una generación de políticos. Que lo mejor es que la provincia siga siendo socialista y si, de paso, se cae Binner, tanto mejor. Todas las especulaciones caben en el silencio.
El caso de CFK es trágico. Subió en afectos porque su esposo se murió. Si se presenta como candidata gana y es su última aparición en la política, no hay re-re. Si no se presenta también sería su último acto. El hiato es muy grande, casi de despeñadero. ¿Alguien puede imaginar el escenario de Argentina para el último domingo de oktubre de 2015?
Nadie quiere/puede enfrentar a la señora. Siete candidatos que suman el 60 por ciento no son nada contra una candidata que suma el 40 por ciento solita.
En la provincia, para el 22 de mayo Reutemann no apadrinó a nadie. Binner lo está haciendo con Antonio Bonfatti. Si Bonfatti pierde el que cae es su padrino. Si gana Giustiniani sigue el socialismo, otro socialismo. Si gana Barletta (hoy improbable) gana la ciudad de Santa Fe y un proyecto radical del siglo XX. De hecho, adquirirían más valor las acciones de Rossi, a la fecha ganador sobre Bielsa. Sólo Barletta encendería luces de alarma en Casa Rosada. Los socialistas son una cosa, el relumbrón nacional de un triunfo radical en Santa Fe son otra, muy otra cosa.
Miguel del Sel excede a Macri. Es un fenómeno. En julio se verá. ¿Apoyará candidatos PRO a diputados nacionales en oktubre?
Mónica Fein es Lifschitz, según dice Lifschitz, con sordina. El actual intendente sale a bailar la polca con su candidata todos los días. Lo que parecía una broma, Boasso candidato radical, hoy es una preocupación seria. A la señora Fein hay que presentarla con beneficio de inventario: es Binner, Giustiniani, Bonfatti y Lifschitz. Cristianismo de manual, poner la otra mejilla. Es la misma mejilla que pone Giuliano, hombre no K, saliendo de paseo con los Bielsa Brothers (Rafael pre candidato a gobernador, la señora María Eugenia a diputada, ambos adherentes al gobierno K)
Cierra el inventario de lo posible el Tigre Cavallero. Grado de conocimiento: 100. Desde 1960 se le reconoce militancia. Debe sumar y sumarle votos a Rossi.
Rosario dirime su futuro de modo diferente a la provincia. La provincia, por fecha y propuestas, define de modo distinto a la Nación. Hoy, por hoy, es todo lo que hay.