Toda la verdad sobre la casa embrujada de Puerto Montt

Luego que una propiedad ubicada en la villa Los Alerces de Puerto Montt, Chile, se hiciera famosa por presentar actividad paranormal y ser visitada por varios sacerdotes de la zona y de lugares aledaños, el Obispo Padre Manuel Acuña, brinda, en exclusivo, la explicación de lo que realmente pasa en el misterioso sitio.  

"El paso ahora es brindarle asistencia psicológica al jovencito, que es el que produce todos los movimientos" explico el Padre Acuña en una charla en su escuela de Exorcismos, ubicada en la localidad bonaerense de Santos Lugares.

-Entonces, ¿el problema está en él y no en la casa como se pensaba?

-Si. Son movimientos psicoquinéticos que produce el jovencito. Es adolescente y es común que eso ocurra en esa etapa, porque la gran tensión psicológica produce una energía psíquica especial que hace que puedan volar objetos, caerse, moverse o estallar vidrios. Todo eso pasó en esa casa y es todo por el adolescente. Es un fenómeno que tiene una relación estrecha con la parapsicología, la psicología y la teología. Hoy ya no se puede pensar en determinar, en diagnosticar  un daño, un mal simplemente porque uno vea un acontecimiento o un fenómeno que uno no pueda explicar por lo científico.

-¿O sea, que no fue un hecho estrictamente "demoníaco"?

-No, fue un caso personal. Se hablaba de fraude, de que el chico tiraba las cosas, pero no. Todo se producía cuando el chico estaba adentro de la casa.

-¿Padre, Usted se pueda dar cuenta si se trata de un fraude cuando ocurre un hecho como este?

-Generalmente hay datos que señalan la infestación de una casa. Porque los exorcismos no se hacen solamente sobre personas, se hacen también sobre objetos y sobre lugares. Algunos lo llaman "exorcismo" a la curación de una casa, pero existe un ritual muy antiguo que se llama "Ritual Toledano" que data de los siglos XII/XIII, que se aplica "para la curación de una casa atormentada."

Hay que recordar que la vivienda se volvió popular, no sólo en los medios chilenos sino también en las redes sociales y convocó sacerdotes de distintas ramas del cristianismo para hallar una explicación de lo que ocurría. 

Además, se realizaron curaciones a la casa pero como lo ha confirmado el luterano Padre Manuel Acuña, el problema no estaba en ella sino en la excesiva actividad psicoquinética del adolescente de la familia que habita allí.

Afuera del inmueble existen vestigios de lo que habría ocurrido hace un par de días donde hay colchones quemados y parte de los objetos que la misma familia dejó fuera de la casa.