Tobal: "No aguanto más esta presión"
Desgastada emocional y físicamente, Eugenia Tobal aseguró que nunca llegó a un acuerdo millonario de divorcio con su ex, Nicolás Cabré.
Delgadísima, con un rostro y un cuerpo que manifiestan el estrés emocional que la embarga, Eugenia pelea contra su angustia. "No me arrepiento de nada. Aposté y si tuviese que volver el tiempo atrás, volvería a hacer lo mismo. Me casé enamorada, creyendo en que él era la persona con la que iba a compartir el resto de mi vida. Y si no funcionó, no funcionó. Ya está, ahora hay que seguir adelante", confesó acerca de su separación, sin dejar de aclarar que su regreso al trabajo, como parte del ciclo de ESPN +, "Pura Química", fue un importantísimo bálsamo para su depresión.
El domingo 20 de mayo, el mismo día que hubiese cumplido su primer aniversario de casada con Cabré, pese a estar sufriendo un cuadro gripal, Eugenia salió de su propiedad en Palermo, la misma que antes compartía con su ex, y manejó hasta la localidad de Castelar, en la zona oeste del Gran Buenos Aires, para almorzar con sus hermanos y sobrinos. "Es mentira lo del arreglo millonario, es mentira que Nicolás me dio plata. Es más, fui yo quien se la dio. Dicen que Nicolás me regaló mi camioneta, y fui yo quien la pagó. No aguanto más esta presión. Soy una mujer de trabajo, como lo es toda mi familia", confesó Eugenia luego de prorrumpir en llanto, desmintiendo el supuesto acuerdo por el que habría recibido una camioneta 4x4, el departamento valuado en 350.000 dólares que ocupaba con Cabré y una suma extra de 250.000 dólares.
"Están inventando cosas", agregó. Al verla acongojada, uno de sus hermanos se acercó a contenerla, expresando todo el enojo de la familia ante el proceder de Cabré. Decidida a dejar todo atrás, Tobal se tatuó en su pie izquierdo la palabra "Alquimia", un concepto que resume sus intenciones de transformar lo vivido en algo mejor.
El domingo 20 de mayo, el mismo día que hubiese cumplido su primer aniversario de casada con Cabré, pese a estar sufriendo un cuadro gripal, Eugenia salió de su propiedad en Palermo, la misma que antes compartía con su ex, y manejó hasta la localidad de Castelar, en la zona oeste del Gran Buenos Aires, para almorzar con sus hermanos y sobrinos. "Es mentira lo del arreglo millonario, es mentira que Nicolás me dio plata. Es más, fui yo quien se la dio. Dicen que Nicolás me regaló mi camioneta, y fui yo quien la pagó. No aguanto más esta presión. Soy una mujer de trabajo, como lo es toda mi familia", confesó Eugenia luego de prorrumpir en llanto, desmintiendo el supuesto acuerdo por el que habría recibido una camioneta 4x4, el departamento valuado en 350.000 dólares que ocupaba con Cabré y una suma extra de 250.000 dólares.
"Están inventando cosas", agregó. Al verla acongojada, uno de sus hermanos se acercó a contenerla, expresando todo el enojo de la familia ante el proceder de Cabré. Decidida a dejar todo atrás, Tobal se tatuó en su pie izquierdo la palabra "Alquimia", un concepto que resume sus intenciones de transformar lo vivido en algo mejor.