Tierra del Fuego: "El Corazón de La Nación Argentina"
Será imprescindible consolidar a Tierra del Fuego como cabecera de puente bicontinental, puesto que, sin el adecuado sistema de defensa e integración se corre el peligro de la penetración de las potencias extranjeras.
Por Martín Ayerbe (*Militante de Social 21 La Tendencia y Precandidato a Diputado Nacional por el Frente Justo Social y Humanista
Si se analiza el mapa de la Argentina, se notará que su centro geográfico es la Isla de Tierra del Fuego, cuyas costas se conectan con el Atlántico Sur, el Pacífico Sur y se accede de forma directa al continente Americano y al Continente Antártico vía estrecho de Magallanes y Océano Austral, respectivamente. Este territorio estratégico, es el cimiento fundamental para planificar la integración logística, industrial y de defensa de la Patria, puesto que, por las características citadas, posee la potencia para proyectar el desarrollo productivo con equilibrio demográfico territorial en su extensión patagónica y el desarrollo científico-naval en su extensión antártica para proyectar el control efectivo de la península del Continente blanco. Por tales razones, la Isla de Tierra del fuego, no solo es centro geográfico argentino, sino que debe ser definida como "El Corazón de La Nación" o "Heartland".
Tierra del Fuego como cabecera de puente bicontinental
En virtud de lo dicho, será imprescindible consolidar a Tierra del Fuego como cabecera de puente bicontinental, puesto que, sin el adecuado sistema de defensa e integración se corre el peligro de la penetración de las potencias extranjeras con el fin de utilizar nuestro “Heartland” como mera conexión bioceánica y puerta de ingreso multinacional a la Antártida, fragmentando su vinculación territorial con la Patagonia Argentina y quebrando el poder militar e industrial proyectado. Tal el caso del decreto 2316/1990, suscripto paralelamente en el tiempo del cese de actividades del comando de transporte de la Armada, el cual era el único medio marítimo de conexión directa de Tierra del Fuego con el continente americano argentino, año en el cual se suscribieron los denominados “acuerdos de Madrid”, mediante los cuales se entregó a Gran Bretaña el control del Atlántico Sur.
Por ello, será necesario establecer un orden ejecutivo y de defensa a partir de la creación del Ministerio de Asuntos Marítimos y Navales de la Nación y la consolidación de tres bases aeronavales en la Isla de Tierra del Fuego. Por un lado, la creación del citado ministerio garantizará presencia directa del Poder Ejecutivo para la planificación de políticas públicas en torno al Atlántico Sur, Antártida, la integración territorial y el desarrollo industrial y científico en el mar, además de la seguridad de la navegación en torno a la certificación y clasificación de los buques que ingresen a Plataforma Continental Argentina y la investigación científico-tecnológica nacional hasta el continente antártico, principalmente con relación al estudio del océano (hidrología), su hidrodinámica, la conservación de los recursos naturales, el desarrollo productivo de biomateriales y de la industria alimenticia y farmacológica.
Por otra parte, en lo que respecta a la defensa de nuestro "Heartland", La Base "Estación Aeronaval Ushuaia”, creada en 1949, debe ser la cabeza de puente latinoamericano a la Antártida, puesto que se configura como el territorio de mejor posicionamiento geopolítico a nivel mundial, respecto de Cape Town, en Sudáfrica; Christchurch, en Nueva Zelanda; Hobart, en Australia y Punta Arenas, en Chile. Por su proximidad y acceso directo con la península Antártica (Tierra de San Martín) en donde, las favorables condiciones climáticas, permitieron la instalación del 45% del total de las bases permanentes que operan en el continente. La “Base Aeronaval Río Grande, creada en 1949, debe reestructurarse a fin de llevar a cabo la planificación de la fabricación de buques militares y científicos, el diseño de estructuras que se necesiten para respaldar las operaciones militares y científicas en la región y la reparación de buques y plataformas marítimas que garanticen la operatividad del sistema científico, militar y productivo de la Isla de Tierra del Fuego. Y proyectamos la creación de la “Base Espíritu Santo", en la boca del Estrecho de Magallanes, la cual debiera brindar control de vigilancia de las embarcaciones que transitan por el estrecho, con permanente comunicación con la central de operaciones del Comando de Adiestramiento y Alistamiento de la Armada (COAA) ubicado en Puerto Belgrano; y el apostadero naval de la Armada Argentina, Puerto Parry, ubicado en la isla de los Estados, el cual debe re-acondicionarse como centro de vigilancia marítima, constituyendo un sistema de comunicaciones centralizado e integrado.
Por último es necesario la ejecución de la obra ferroviaria paralela a la ruta Nacional Nº3 que conecte todos los puertos patagónicos, y aquella paralela a la Ruta Nacional Nº40 que vincule las once provincias cordilleranas, ambas trazas con desembocadura en Cabo Vírgenes, Santa Cruz en la puerta del estrecho de Magallanes y su conexión por buque Ro-Ro con Cabo Espíritu Santo en el norte de Tierra del Fuego, de conformidad con lo establecido en la Ley N° 26.776, el decreto 1423/2015 al crear el Fondo Fiduciario Público denominado “FONDO FIDUCIARIO DEL CRUCE MARÍTIMO DEL SUR” y lo ordenado en el Proyecto de Ley ELMA XXI C.E. (Expediente 4813-D-2019).
En definitiva se trata de planificar la soberanía nacional desde una cosmovisión industrialista, promoviendo el crecimiento armónico de la Nación, el poblamiento territorial patagónico, proyectando el progreso económico con justicia social que abastezca de empleo al pueblo argentino y consolide un modelo de defensa nacional con presencia efectiva en el "Corazón de la Argentina" o "Heartland" que es Tierra del Fuego y su proyección hacia el Atlántico Sur, La Antártida, Malvinas y las rutas marítimas estratégicas, advirtiendo que desde la administración ilegal Británica en territorio argentino, pretenden consolidar a nuestras islas Malvinas como puente logístico de la OTAN al continente antártico y el gobierno de Chile, desconociendo los tratados suscritos con Argentina, pretende avanzar sobre nuestra plataforma Continental, en una alianza angloamericana que actúa como doble pinza contra el ejercicio autónomo de la soberanía Argentina.
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