Tévez: "Me separé de Brenda"

Aquel ferrocarril que abordaron en la ciudad de Manchester con destino a la capital inglesa, fue, finalmente, su último tren a Londres. Promediaba el mes de diciembre y desde entonces, Carlos Tevez y Brenda Asnícar ya no volvieron a verse en tierras del Reino Unido. Hasta allí se había trasladado la ex Patito Feo con la única finalidad de visitar a su nuevo amor. Hoy, apenas unos meses más tarde, el escenario cambió radicalmente, y dice que el noviazgo ya es parte del pasado. Al jugador de Fuerte Apache lo vieron recientemente disfrutando la noche en una bailanta y acompañado por una modelo, mientras la actriz estaba de gira, sola, por Europa.

Algo se quebró en la relación que los unía y la separación, evidentemente, es un hecho consumado que aparenta no tener retorno, al menos en el corto plazo. Atrás parecen ir quedando los gratos momentos vividos en La Mónica, donde se mostraron juntos por primera vez, aliviados y sin los temores propios de dos figuras públicas que inician una vínculo sentimental. "Me separé de Brenda", fue la frase que, palabras más palabras menos, el ex atacante de Boca les manifestó a sus allegados cuando, como buen caballero, aclaró que la presencia de su ocasional acompañante no respondía a un engaño ni a ninguna maniobra practicada a escondidas. Más allá de que su testimonio lo documente, de antemano existían otros indicios que robustecían la hipótesis del distanciamiento. El más elocuente, aunque no el único, fue la salida del futbolista con otra mujer.

El pasado fin de semana, Tevez pasó unos días en la Argentina, y extrañamente no se encontró con Brenda, quien, por cuestiones laborales, permanecía en el Viejo Continente y no acomodó su agenda para verse con él. Carlitos concurrió a la cancha de Fénix, equipo que milita en la Primera C, para observar el partido que el conjunto local disputó contra Sacachispas, representativo en el cual juega su hermano Miguel. Luego, acudió a un local de música tropical como espectador de lujo de un recital que brindó Carlos la Mona Jiménez. El cantante es uno de sus artistas preferidos, y Tevez no quiso perderse el concierto que brindó el cuartetero cordobés.

Por supuesto que el muchacho de Ciudadela no fue solo. Cerquita de él, despertando la curiosidad de los presentes que al golpe de vista notaron que no se trataba de Brenda, movía sus caderas una ignota rubia, dueña de un cuerpo delgado y curvilíneo. Suficiente como para que las suspicacias se tejieran con la velocidad de un carterista experimentado. Sus dichos desmintieron cualquier especulación emparentada a una aventura clandestina. Por el contrario, confirmaron la versión que la mayoría de sus seres más cercanos ya manejaba. Carlitos y Brenda tomaron caminos diferentes. El amor que quisieron potenciar aquella tarde en Inglaterra, llegó a su fin. A la luz de los hechos, el flechazo entre Brenda y el Apache tenía fecha de vencimiento.