Tensión en la realeza: la historia secreta y oculta de por qué se pelearon los príncipes Harry y William
La verdadera razón del distanciamiento entre los hermanos no está en una supuesta rivalidad entre sus esposas.
Kate, la duquesa de Cambridge, ha comenzado una delicada misión en estas horas. Conseguir reconciliar a los príncipes William y Harry, después de un brutal enfrentamiento entre los hermanos, para defenderla de las infidelidades de su marido, el futuro rey británico. Un tema tabú en la prensa británica, que desespera al palacio de Buckingham, a la reina y al príncipe Carlos, que hasta ahora no han logrado interferir en la disputa.
Todos los diarios británicos hablan de la pelea, pero no mencionan directamente las razones, por temor a las represalias palaciegas en sus coberturas.
El primer intento de Kate tuvo éxito. El príncipe William aceptó ir con ella a tomar el té el domingo de Pascua a la nueva casa de Meghan y Harry en Frogmore Cottage, en Windsor, muy cerca de la casa de la reina, antes de viajar a Nueva Zelanda para solidarizarse con los ataques a las mezquitas. La llegada del bebé de Harry y Meghan es inminente y ella ya ha abandonado la agenda oficial.
El interrogante es por qué los hermanos han tenido tamaña discusión. Después que el "Tout Londres" supiera del vínculo entre William y Rose Hanbury, ex modelo y marquesa de Cholmondeley, su vecina en su casa de campo de Norfolk y amiga personal de Kate, surgió el rumor de la discusión, que las fotos heladas en diferentes actividades oficiales reafirmaron.
Quedó en evidencia que el problema no era Meghan, duquesa de Sussex y esposa de Harry, ni un enfrentamiento con Kate y ella. Estos eran los datos que las fuentes palaciegas distribuían para frenar a una duquesa muy americana, que busca encontrar su propio camino entren los heterodoxamente y sin escuchar al Palacio, como la princesa Diana. El embarazo, su raza, su panza, sus supuestos errores protocolares, su té con tostadas de palta, su estilo californiano de vida, el yoga, levantarse a las 5 de la mañana, la libertad de Meghan fueron el falso centro de atención de los tabloides británicos, que nunca trataron directamente el affaire de William, aunque estaba en las redes sociales.
Harry consideró esta campaña como orquestada directamente contra él, su esposa embarazada y su padre por los asesores de su hermano, que tiene relaciones aceitadas con los medios en su camino al trono. Lo vivió como una traición y la grieta aumentó más aún.
La realidad era otra. El enfrentamiento fue cuando Harry le dijo a su hermano una frase mortal, a causa de su affaire con Rose. "Las infidelidades atormentaron nuestra infancia. Estas cometiendo las mismas estupideces que papá. Y tenés tres hijos", lanzó Harry a William, el futuro rey, según fuentes cercanas a ellos.
La discusión fue feroz, brutal. Rompió el vínculo de dos hermanos inseparables. Harry sufrió infinitamente su infancia, hasta que a los 25 años decidió recurrir a un psicólogo para ayudarse y poder hacer el duelo de su madre, la princesa Diana. Está liberado para abordar un tema del que William nunca habla y jamás piso el consultorio de un especialista.
El temor de su padre, el príncipe de Gales, y de la soberana británica era que si el tiempo transcurría, la pelea se volviera irreparable. Una situación inaceptable para la Casa Real, cuando los dos hermanos y sus esposas son las más populares imágenes de la nueva y modernizada monarquía.
Por eso David Manning, ex embajador británico en Estados Unidos y asesor diplomático de los hermanos, ideó el plan de "expatriar" a Harry y Meghan a África como embajadores ante el Commonwealth para descomprimir la situación. Mientras, la Casa Real aceleraba los preparativos para preparar a William como futuro príncipe de Gales y rey, Kate fumigó a Rose de su círculo y le prohibió la entrada a su casa y a la de sus amigos. Había sido la ex modelo quien difundió entre los amigos su romance con el futuro rey. Las actividades oficiales de los duques de Cambridge continuaron imperturbables, pero la reina invitó a Kate a compartir una de sus acciones con ella, por segunda vez en la historia.
Si faltaba una prueba de la excelente relación entre Kate y el príncipe Harry, lo muestran las fotos en las ceremonias por la batalla de Anzan el jueves en la catedral de Westminster. Kate y el príncipe Harry se mostraron juntos, cómplices y sonrientes. William estaba en Nueva Zelanda. Harry llegó imprevistamente. No lo habían colocado en la lista de invitados porque no se sabe cuándo puede nacer su bebé, en su casa.
La duquesa de Cambridge está tratando de suturar la brutal pelea entre Harry y William, hasta hace poco hermanos inseparables y un trío imbatible para la Casa Real. Las fotos de Kate y Harry demuestran que entre ellos no es el problema. Ella le pidió a Harry ofrecer una "rama de olivo" a William. Así se produjo el té en Frogmore Cottage, su nueva casa, donde hablaron durante 30 minutos.
"Kate está convencida de la importancia de que William y Harry se lleven bien, no sólo por la percepción, sino por su colectiva responsabilidad frente a la monarquía en su conjunto", dijo una fuente del palacio. "Harry actuó como consejero de su hermano a través de los turbulentos años de William y Kate y los tres forman una tremenda y fuerte asociación", precisó.
Pero la familia Middleton fue clara con la Familia Real y William, cuando casó a su hija con el futuro soberano: ellos no permitirían que sufriera el tormento de la princesa Diana.
El palacio contraataca los rumores. "Además de ser falsa y altamente dañina, la publicación de falsas especulaciones con respecto a la vida privada de nuestros clientes constituye una ruptura de la privacidad establecida por el artículo 8 de la Convención Europea de Derechos Humanos", advierten los abogados del estudio Harbottle &Lewis, contratados por el palacio, a diferentes publicaciones británicas.