Tensión en España: para rescatar a Julen los mineros deben excavar dos metros más
Avanzaron casi dos metros de los 3,80 necesarios para llegar a él. Las horas finales del operativo en Málaga.
Los rescatistas están cada vez más cerca de Julen, el nene que hace doce días cayó en un pozo en Málaga, España. En la noche del jueves excavaron dos de los cuatro metros de la galería horizontal con la que intentan llegar hasta él, que está atrapado a más de 70 metros de profundidad.
"Después de 15 horas de trabajos, los mineros avanzaron casi dos metros de los 3,8 necesarios para llegar hasta Julen", dijo Francisco Delgado Bonilla, delegado del consorcio de bomberos de Málaga, que participa del operativo de rescate.
"Una vez más, la dureza del terreno demoró las excavaciones y obligó a los expertos mineros a realizar dos micro voladuras", indicó el experto, en diálogo con Diario Sur.
Delgado Bonilla insistió en la dificultad del operativo a cargo de la Brigada de Salvamento Minero, que trabaja a 72 metros de profundidad y con la hipótesis de que el nene "está cerca", lo que obliga a extremar las medidas de seguridad.
El operativo entró en la víspera en la fase final con el descenso de los rescatistas luego de once días de intensos trabajos de ingeniería para perforar un túnel vertical al pozo en el que cayó el 13 de enero.
Los mineros descendieron en una cápsula. El trabajo se realiza de forma manual, con martillos hidráulicos. A medida que avanzan sostienen el techo y los laterales con madera, una técnica típica de la minería tradicional del carbón.
Iniciada la última etapa del rescate, con los mineros excavando sin descanso -en turnos rotativos de a dos- el jueves por la noche la plaza de Totalán se abarrotó de vecinos que acudieron a acompañar a los padres de Julen en una vigilia convocada para rezar junto a ellos a la espera de un milagro.
Julen se encontraría debajo de un "tapón de tierra" situado a 71 metros de profundidad, con lo que la única esperanza de que siga con vida es que se haya formado una "bolsa de aire" que le permita respirar.
Mientras continúa la angustiosa espera, los padres de Julen tuvieron que hacer frente, incluso amenazando con acciones legales a las personas que están difundiendo rumores en las redes sociales, que fueron desmentidos por la Guardia Civil, acerca de su presunta responsabilidad en la caída del niño, lo que los convertirá en culpables de un homicidio involuntario.