"Tengo miedo, me ahorca con un cable": el último mensaje de una chica asesinada en Misiones
La joven de 20 años tenía la cara destrozada a golpes, algunos cortes y un cable enroscado al cuello. El único acusado es su exnovio.
Fiorella Aghem tenía 20 años y la encontraron asesinada el 4 de marzo pasado en un yerbal de la provincia de Misiones. De nada sirvieron las denuncias, las restricciones ni los mensajes llenos de pánico enviados a sus amigos. La joven estudiante de Lengua y Literatura tenía miedo de que su novio la matara, y la pesadilla se convirtió en realidad.
El último día de febrero fue también la última vez que vieron a Fiorella con vida. Al pasar las horas y ver que no regresaba, su mamá denunció su desaparición a la policía y apuntó todas sus sospechas al joven que durante tres años mantuvo una relación con su hija, Leopoldo Borovski.
La mujer contó entonces a los medios que Borovski le había quitado el celular a Fiorella en varias oportunidades por celos y que también la golpeaba. En esa línea declararon sus amigos que, incluso, aportaron audios de WhatsApp en los que se escuchaba con claridad el temor de la víctima. "Tengo miedo de que me mate, me ahorcó con un cable, me hizo ver las estrellas", decía en el último mensaje que pudo enviar, según publicó el portal Primera Edición.
El cuerpo de la joven fue encontrado horas después por un casero mientras fumigaba y cortaba los yuyos de una chacra, a cuatro kilómetros de la ruta nacional 14. Tenía la cara destrozada a golpes, algunos cortes y un cable enroscado al cuello. También tenía su teléfono celular escondido entre sus partes íntimas, por lo que se presume que temía que el acusado se lo volviera a quitar.
Fiorella murió por asfixia y la autopsia descartó que haya sido víctima de un ataque sexual. Según el testimonio de dos amigas suyas, Borovski la hostigaba desde hacía tiempo y la "mecánica de tormento" cada vez que se ponía celoso era la misma: un cable al cuello hasta dejarla al borde de la inconsciencia.
En las últimas horas y con pruebas suficientes en su contra, la Justicia procesó con prisión preventiva a Borovski y lo trasladó a una unidad del Servicio Penitenciario Provincial. El caso se investiga ahora como un femicidio por lo que podría afrontar una pena a prisión perpetua.
Según trascendió a los medios, el informe psicológico del imputado confirmó un "cuadro de celopatía", reacciones con violencia para dañar al otro "porque lo considera de su propiedad".