"Tengo miedo de llevar mi embarazo sola"
Evangelina Anderson habló de la escandalosa separación que está viviendo con Martín Demichelis y de la que dijo que "antes de llegar a esto podíamos haber luchado un poco más".
En una entrevista íntima con la revista Gente, Evangelina Anderson, recientemente separada de Martín Demichelis, habló de todo lo sucedido. El dolor por los rumores de terceros en discordia, un embarazo en medio de la peor crisis que les toca vivir como pareja y su enorme miedo a la soledad.
En medio de miles de rumores, la rubia decidió salir a contar su parte de la historia para aclarar un poco las cosas, que tanta angustia le causan. Aseguró estar "triste y desconsolada. Lo que en casa comenzó de una manera, en los medios se convirtió en algo peor. Es raro leer títulos como "Separados", porque sobre el fin de mi relación con Martín no hay nada seguro ni determinante. Esta es la primera gran crisis que afrontamos. Tuvimos una charla en la que dijimos: "Paremos un poco; tomémonos un tiempo para ver qué nos pasa". Si bien entre tanto compartimos la casa, no nos dábamos explicaciones como antes. Pero nadie dijo "basta, nos separamos, se terminó". Entre nosotros no hay odio, ni terceros, ni escándalos imperdonables".
Dice que "ni yo entiendo lo que pasó. Hace poco íbamos en un ascensor, nos miramos y nos preguntamos: ¿Cómo llegamos a esto?" No hay más motivos que los típicos roces de la convivencia: intolerancia, celos, algo de orgullo y tal vez una hipersensibilidad de mi parte por la revolución hormonal".
En medio de la pregunta de por qué la crisis detona en Buenos Aires, Evangelina asegura que "en Alemania no salíamos de casa, por el clima y el idioma. En España, ampliamos un poco más el ámbito social, pero siempre en pareja. No había posibilidades de salir por separado, y no quedaba otra que contenernos el uno al otro. Legamos a Buenos Aires a fines de mayo y ahí comenzaron los problemas. "Me voy con los chicos a jugar a la pelota"; "No, quedate conmigo" o "Si vos salís, yo me voy con las chicas a tomar mate"; "No, te quedas"; "Bueno, pero con ésta no podés, con ésta no". Nos Ahogamos, nos agobiamos. Desde que me jugué por Martín, me hice un mundo en la cabeza. Construí un castillo en el que viviríamos juntos para toda la vida. Me veía viejita de su mano. Y de repente la idea de ese castillo, puede derrumbarse, y perder esa familia por la que peleé tanto, me devasta".
Luego, en referencia a si cree en los "paréntesis" del amor, Anderson asevera que "en los "paréntesis" largos, no. Porque en ese lapso pueden vivirse aventuras que después pesan".
Como si hiciera referencia a otros casos conocidos, la voluptuosa rubia dice que nunca aceptó el matrimonio, porque "en este amor no hay conveniencia. Me siento distinta a otras chicas". Además "¿qué mayor unión que un hijo?".
Cambiando un poco de tema y yendo más a otro aspecto de su personalidad, Evangelina asegura que sus miedos pasan "por la soledad. Tengo miedo de llevar mi embarazo sola. A la primera ecografía me acompañó Martín, pero a la segunda fui sólo con Bastian (Demichelis ya estaba en Miami). Me vi acostada en la camilla, viendo al bebé en el monitor y agarrada de su manito. Eso me mató. En ese momento caí que estamos solitos y temí que Martín y yo estemos perdiendo el tiempo. Desde que Martín se fue dormimos abrazados, y él me llena de besos mientras me pregunta: ¿"Estás triste? ¿Y papá? Soy maestra jardinera y sé que no es conveniente darle más información de la que pide. No es bueno adelantarse a sus preguntas adelantarse a sus preguntas".
La entrevista terminó con una especie de confesión en donde la ex mujer de Demichelis, frente a la pregunta de si está enamorada dijo: "Y...estoy mal, porque los sentimientos son fuertes. Quiero mucho a Martín pero tal vez hubiese necesitado otras cosas de su parte para jugarme a decir "estoy enamorada". Creo que antes de llegar a esto podíamos haber luchado un poco más".
En medio de miles de rumores, la rubia decidió salir a contar su parte de la historia para aclarar un poco las cosas, que tanta angustia le causan. Aseguró estar "triste y desconsolada. Lo que en casa comenzó de una manera, en los medios se convirtió en algo peor. Es raro leer títulos como "Separados", porque sobre el fin de mi relación con Martín no hay nada seguro ni determinante. Esta es la primera gran crisis que afrontamos. Tuvimos una charla en la que dijimos: "Paremos un poco; tomémonos un tiempo para ver qué nos pasa". Si bien entre tanto compartimos la casa, no nos dábamos explicaciones como antes. Pero nadie dijo "basta, nos separamos, se terminó". Entre nosotros no hay odio, ni terceros, ni escándalos imperdonables".
Dice que "ni yo entiendo lo que pasó. Hace poco íbamos en un ascensor, nos miramos y nos preguntamos: ¿Cómo llegamos a esto?" No hay más motivos que los típicos roces de la convivencia: intolerancia, celos, algo de orgullo y tal vez una hipersensibilidad de mi parte por la revolución hormonal".
En medio de la pregunta de por qué la crisis detona en Buenos Aires, Evangelina asegura que "en Alemania no salíamos de casa, por el clima y el idioma. En España, ampliamos un poco más el ámbito social, pero siempre en pareja. No había posibilidades de salir por separado, y no quedaba otra que contenernos el uno al otro. Legamos a Buenos Aires a fines de mayo y ahí comenzaron los problemas. "Me voy con los chicos a jugar a la pelota"; "No, quedate conmigo" o "Si vos salís, yo me voy con las chicas a tomar mate"; "No, te quedas"; "Bueno, pero con ésta no podés, con ésta no". Nos Ahogamos, nos agobiamos. Desde que me jugué por Martín, me hice un mundo en la cabeza. Construí un castillo en el que viviríamos juntos para toda la vida. Me veía viejita de su mano. Y de repente la idea de ese castillo, puede derrumbarse, y perder esa familia por la que peleé tanto, me devasta".
Luego, en referencia a si cree en los "paréntesis" del amor, Anderson asevera que "en los "paréntesis" largos, no. Porque en ese lapso pueden vivirse aventuras que después pesan".
Como si hiciera referencia a otros casos conocidos, la voluptuosa rubia dice que nunca aceptó el matrimonio, porque "en este amor no hay conveniencia. Me siento distinta a otras chicas". Además "¿qué mayor unión que un hijo?".
Cambiando un poco de tema y yendo más a otro aspecto de su personalidad, Evangelina asegura que sus miedos pasan "por la soledad. Tengo miedo de llevar mi embarazo sola. A la primera ecografía me acompañó Martín, pero a la segunda fui sólo con Bastian (Demichelis ya estaba en Miami). Me vi acostada en la camilla, viendo al bebé en el monitor y agarrada de su manito. Eso me mató. En ese momento caí que estamos solitos y temí que Martín y yo estemos perdiendo el tiempo. Desde que Martín se fue dormimos abrazados, y él me llena de besos mientras me pregunta: ¿"Estás triste? ¿Y papá? Soy maestra jardinera y sé que no es conveniente darle más información de la que pide. No es bueno adelantarse a sus preguntas adelantarse a sus preguntas".
La entrevista terminó con una especie de confesión en donde la ex mujer de Demichelis, frente a la pregunta de si está enamorada dijo: "Y...estoy mal, porque los sentimientos son fuertes. Quiero mucho a Martín pero tal vez hubiese necesitado otras cosas de su parte para jugarme a decir "estoy enamorada". Creo que antes de llegar a esto podíamos haber luchado un poco más".