Tatuajes, la maldición de los famosos

Karina Jelinek - Leo Fariña: Se conocieron y a los pocos meses sorprendieron con la noticia de su casamiento. Fue una fiesta millonaria a la que asistieron distintas figuras del espectáculo. Hace un tiempo, a raíz de un informe que salió en "Periodismo Para Todos", comenzaron una crisis que no lograron separar. Ahora, con abogados de por medio, llevan al frente un divorcio.

La modelo lleva tatuado "Leo" en su tobillo, mientras que el empresario marcó su brazo con "Karina". Más peleados que nunca, Fariña aún no reveló públicamente qué va a hacer con su tatuaje, pero, Jelinek no quiere perder el tiempo y transformará "Leo" en "Leona".

Victoria Vannucci - Cristian Fabbiani: la modelo y el futbolista vivieron un intenso romance, que derivó en una apresurada boda. Hoy la modelo intenta que el futbolista le de el divorcio para poder casarse, en segundas nupcias, con el empresario Matías Garfunkel.

Enamorada, en su momento, Vannuci se tatuó "Cris" en su nuca, tatuaje que, al convertirse al judaísmo -religión de Garfunkel-, quedó finalmente en "Anti cristo".

Sebastián Ortega - Guillermina Valdes: El productor y la modelo son padres de tres hijos, pero hace dos años tomaron la decidión de separarse. Si bien todo fue en buenos términos, cuando Guillermina hizo pública su relación con Marcelo Tinelli, estalló la furia de Ortega, que lleva tatuado el nombre de su exmujer y que, hasta el día de hoy, no tomó la decisión de taparlo.

Andrea Rincón - Ale Sergi: La vedette y el líder de "Miranda!" fueron y vinieron más veces del tiempo que estuvieron juntos. Llegaron a poner fecha de casamiento, y al mismo tiempo decían las peores pestes del otro.

En uno de sus mejores momentos viajaron a Estados Unidos en donde aprovecharon para sellar su amor tatuándose el nombre del otro. Andrea se tatuó la nuca, mientras que el músico eligió el pecho para llevar el nombre de la vedette. Hoy, separados, tampoco decidieron tapárselo, por el cariño que aún mantienen.

Wanda Nara - Maxi López: Luego de cinco años de casados, y tres hijos en común, la pareja decidió separarse. Con distintos supuestos terceros en común, la modelo y el futbolista se distanciaron. Ella está en Argentina, mientras que el jugador se quedó en Italia, donde debe cumplir con su contrato en el club Catania.

En una de sus visitas a Argentina, Maxi y Wanda aprovecharon para sellar su amor tatuándose el nombre de cada uno en sus dedos, ocupando el lugar de un anillo. Se trata de una reciente separación, es por eso que aún los protagonistas no piensan qué hacer con sus distintos tatuajes.