Tarifazo en el agua: ¿cómo se factura la boleta?
Los aumentos en el gas y la luz tuvieron más exposición en los medios y el Gobierno dio marcha atrás, pero poco se supo del agua.
Uno de los principales problemas que hay con este servicio es que no existe una forma de medir los consumos que tiene cada usuario (entendido como cada unidad mobiliaria).
El desarrollo de la tarifa
Existen dos régimenes, uno medido y uno no medido. Según pudo averiguar DiarioVeloz, el 12 % de los usuario de agua están dentro del primero y el 88 % no tiene cuantificación. Entonces, la factura se calcula de una forma muy particular.
La boleta se compone de un cargo fijo que incluye diferentes coeficientes relacionados con:
- La zona donde está ubicada la propiedad
- La antigüedad de la misma
- La edificación propiamente dicha
- La superficie cubierta
- La superficie que posee el terreno
¿Por qué se cobra así?
"La medición es limitante porque las unidades no se puede mensurar individualmente. Se podría poner un medidor en el edificio pero no se sabe si el que consumió mucho fue uno o una familia vecina. Para eso habría que hacer un cambio en el sistema constructivo del código de edificación, que es caro y progresivo", afirmó una fuente de AySA a este medio.
En promedio, por bimestre, los ciudadanos de la Ciudad y del AMBA, consumen 60 metros cúbicos.
La razón por la que se utiliza esta fórmula polinómica está relacionada con la presunta capacidad de consumo y de pago de las personas. Así se creó un sistema de subsidios cruzados: hay sectores que subvencionan a los de menores ingresos.
"Si no fuera así habría que cobrar más a los sectores medios y bajos", contaron fuentes de AySA.
Entre aumentos y retrocesos: las 10 preguntas clave para entender la Tarifa Social en la luz https://t.co/bArl2Fa2Dy pic.twitter.com/TS6b49jJ5S
— DiarioVeloz.com (@diarioveloz) 5 de agosto de 2016