Swingers: cuáles son los códigos de un mundo tabú
Por Yamila El Hasi. Esta práctica que aún permanece en las sombras en la sociedad occidental, tiene más adeptos de los que uno puede imaginar. Respeto, comodidad y comunicación, las claves.
La edad no importa, el estado civil, tampoco. Parejas de novios o matrimonios que ya han caminado juntos gran parte de su vida. Cualquier par de personas que lo desee puede ingresar en este curioso y prohibido universo del intercambio de parejas.
Para conocer un poco más sobre este universo, InfoVeloz conversó con Mariana, quien junto a su marido Guillermo, practican esta "disciplina" desde hace nueve años.
Mariana en sus respuestas habla siempre en "nosotros" en lugar de “yo”, código inquebrantable entre los swingers: pensar en ambos todo el tiempo.
"En primer lugar lo que hay que tener es respeto a todas las partes. Se hace sólo lo que todos aceptan hacer, en una pareja, como en nuestro caso, buscamos sentirnos cómodos los dos con la otra persona", cuenta Mariana. Y aclara que "esto va desde lo físico hasta la mentalidad del otro."
"Hay cosas que están previamente habladas. Qué sí y qué no. Por ejemplo hay gente que no se besa con la tercera persona, parejas en los que uno de los miembros sólo observa. Pero todo, todo se habla porque imaginate que puede llegar a ser incómodo para el otro, por ejemplo: sentirse observada por su propio marido", explica esta mujer de 37 años que decidió ingresar con su compañero a este mundo por "curiosidad, por tener la fantasía de cómo será verte con otro".
¿Y qué pasa si alguno de los dos "se corta solo"? ¿Puede salir con alguien sin avisarle al otro?
No. Eso no está permitido. Si a mí me gusta mucho alguien, o viceversa, se lo digo a mi pareja y él se encarga de organizar todo. Lógicamente, los códigos cambian de pareja a pareja, pero a mí personalmente no me gusta tener contacto con los hombres con los que arreglamos un encuentro, porque se pueden llegar a confundir las cosas. No me siento cómoda entablando una "amistad", si bien tenés que llevarte bien y debe ser gente agradable, no me gusta para nada que me manden un mensaje preguntándome cómo estoy.
Dos más dos, o tres o cuatro...
En 2012, Adrián Suar, Carla Peterson, Juan Minujín y Julieta Díaz, protagonizaron "Dos más dos", la película que cuenta cómo es el mundo del swingerismo y qué cosas se pueden hacer y cuáles no serían las correctas. Mariana sostiene que “el film muestra bastante bien el mundo. Tenés quienes salen a comer o comparten cosas cotidianas, más allá del encuentro sexual, a nosotros no nos gusta eso. Preferimos mantener separada la vida "real" de este estilo de vida. Hay gente de mente más abierta, que involucra mucho a los terceros en su vida. Es muy relativo. Nosotros lo hacemos por una cuestión pura y exclusivamente sexual, es eso que te “calienta”. Y dudo que alguien se caliente, si su pareja se junta a almorzar con una tercera. El chiste es que te vean, o ver a tu pareja.”
Además destaca que dentro de la práctica swinger se pueden llevar a cabo distintos tipos de encuentros además del tradicional intercambio de parejas: tríos, varias mujeres con un solo hombre, varios hombres con una sola mujer o varias personas entre sí.
Esta diseñadora de Villa Devoto, reconoce que aunque ahora después tanto tiempo es una situación mucho más cómoda, la primera vez no fue fácil. "Nosotros decidimos ir a un boliche de este estilo y es fuerte. Ves gente que no conocés haciendo cosas que no se hacen en público. Pero no te sentís incómoda porque el lugar es para eso y la gente que está ahí sabe los códigos que se manejan. Saben que si no te sumás a lo que están haciendo, hay que respetarlo. Y después de a poco, te vas animando a más, hasta que te enganchás y lo disfrutás", cuenta con un tono de complicidad.
¿Qué recomendaciones podés hacerle a quienes tengan ganas de conocer este estilo de práctica sexual?
En primer lugar, que vayan a lugares para esto. Hay boliches que tienen además de gente que sabe cómo manejarse, guías que te ayudan a sentirte confortable. Y segundo, soltar la mente. No dejar huecos de dudas, hablar todo con la pareja, hacer una lista mental de que sí y que no. Y sobre todo, nada de mentiras ni de esconder cosas.
Mariana remarca que "siempre, pero siempre hay que estar en sitios seguros y adecuados. Físicos y en la web. Hay hoteles alojamiento que permiten el ingreso de más de dos personas y eso también ayuda. Y, por supuesto, es fundamental el uso de preservativo para evitar cualquier contagio de enfermedades de transmisión sexual".
El swingerismo es un mundo tabú para la sociedad occidental pero, quienes viven en él, tienen claros los códigos y el respeto, es el principal elemento.
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