Su felicidad, lo primordial: un "parque de diversiones" para chanchos
Les instalan un tobogán exclusivamente para su diversión. Cosas locas que se le ocurre a la gente.
No es precisamente un parque de diversiones para cerdos pero al tipo que se le ocurrió esto indica que algo de eso hay. Se trata de Erik Stegink, un agricultor holandés con ideas extravagantes que piensa explotar el lado lúdico de sus chanchitos. Para eso les instaló en pleno chiquero un tobogán para que jueguen como niños. ¿Qué tal?
La decisión no es tan generosa como parece, Erik piensa que "un tocino feliz es un tocino delicioso". De ahí que les ofrece este 'divertimento' provisorio hasta que los pase por el cuchillo.
Según cuenta, después de una visita inspiradora a un parque acuático, compró un viejo tobogán de la piscina y se lo instaló a sus cerdos. Entusiasmado con el resultado, quiere hacerlo extensivo a todo el ganado de su campo si bien aún no lo ha conversado con los animales. Pero bueno, su optimismo lo supera y hasta piensa llamar a este parque de diversiones "Old Fun-Time Emporium MacDonalds" asegurando que será más exitoso que Disney World.
Si pensás que Erik está más loco que una cabra, te equivocás. Está más feliz que un chancho.