Su ex irrumpió en su casa de La Plata y asesinó a su hija de 11 años: la mujer logró sacarle el arma y lo mató de un tiro

“Escondete que es Mario", la advertencia de una mujer hacia su pareja no fue suficiente. Su ex irrumpió durante la madrugada de este miércoles en la casa de manera violenta, con un arma y a los gritos.

Alma, la hija de la mujer de 11 años, fue asesinada de un disparo y la mujer, luego de una discusión y en pleno forcejeo con su ex, recibió cuatro. Sin embargo, logró arrebatarle el arma y mató de un tiro en el pecho. La violenta secuencia ocurrió en Villa Ponsati, en La Plata.

Todo ocurrió en un barrio humilde, de calles de tierra y construcciones en su mayoría de chapa. Sobre la calle 120, entre 602 y 603.

Allí, Mario Carbajal, 42 años, irrumpió violentamente en la casa de Laura Beatriz González (36), su ex; quien estaba de sobremesa junto a su actual pareja, y sus hijos Alma y un nene de 5 años.

El ruido de la cadena con la que aseguraban la puerta de entrada le sirvió a González para advertir a su pareja quien pudo proteger al menor de los hijos.

Pero en cuestión de segundos, Carbajal había llegado al lugar con un arma calibre .22 con cachas de madera y una riñonera cargada de proyectiles, según publicó El Día.

Carbajal abrió fuego y uno de los balazos dio en la sien derecha de Alma, de 11 años, quien murió en el acto. Luego, tomó del cuello a la pareja de González mientras desencadenaba una serie de disparos contra su ex.

Cuatro tiros impactaron en González, quien a pesar de las heridas, forcejeó con su ex y logró apoderarse del arma. En medio de la desesperante escena, le disparó en el pecho.

El testigo presencial de todo, la pareja de González, fue quien alertó a la Policía. A los pocos minutos, personal policial de la Comisaría 16ta y médicos del SAME arribaron a la sangrienta escena: confirmaron la muerte de Alma Aceval y de Mario Carbajal.

La mujer, con múltiples heridas de bala, fue trasladada al Hospital San Martin. Allí, se confirmó que presentaba heridas en ambos brazos, en una de sus piernas y en el tórax. Y aunque se encuentra fuera de peligro, tendrán que realizarle una doble cirugía.

Los peritos de la Policía Científica, que trabajaron en la escena del crimen, secuestraron un revólver calibre 22, sin marca ni numeración a la vista.

La causa quedó a cargo de la UFI N°17, de la fiscal María Eugenia Di Lorenzo, y está caratulada como “doble homicidio y lesiones”.