Strauss-Kahn vuelve a Francia tras cuatro meses de "pesadilla"
El ex director gerente del FMI volvió el domingo a Francia procedente de Nueva York, casi cuatro meses después de haber sido acusado de intento de violación por la mucama de un hotel, hecho que destruyó sus aspiraciones a la presidencia francesa en 2012.
Strauss-Kahn y su esposa, la ex periodista francesa Anne Sinclair, llegaron a París a bordo de un avión de Air France procedente de Nueva York que aterrizó en el aeropuerto de Roissy,
norte de París, a las 07H05 locales (05H05 GMT), más de una hora antes de la que habían anunciado allegados a la pareja.
Poco después, los dos salieron rápidamente del aeropuerto escoltados por policías y subieron a bordo de un vehículo en medio de una nube de periodistas.
La pareja, sonriente, no hizo la más mínima declaración a la prensa que también los aguardaba en la distinguida Place des Vosges, en el corazón de París, donde el matrimonio Strauss-Kahn tiene su apartamento principal y adonde llegaron poco antes de las 8H30 locales y se dejaron fotografiar en el patio del residencial edificio.
Strauss-Kahn, de 62 años, fue puesto en libertad sin cargos el 23 de agosto pasado por la justicia neoyorquina que renunció a procesarlo penalmente tras desestimar los siete cargos que pesaban en su contra desde el 14 de mayo.
Ese día, DSK, como lo llaman en Francia, era detenido en el aeropuerto JFK de Nueva York acusado de intento de violación por Nafissatou Diallo, una guineana de 32 años que trabajaba como mucama en el lujoso hotel donde él estaba alojado.
"Este es el final de una terrible e injusta experiencia", había afirmado el político francés luego de que el juez desestimara los cargos que durante más de tres meses lo hicieron vivir, según sus propias palabras, "una pesadilla".
Strauss-Kahn, que el domingo cumplió su objetivo de volver a Francia, donde ha sido alcalde, diputado y ministro, era además hasta mayo el gran favorito socialista para derrotar en 2012 al
actual presidente francés Nicolas Sarkozy.
"Hablaré más detenidamente cuando esté en Francia", había anticipado desde Nueva York.
Sus allegados indicaron el domingo que "hoy no habrá" ninguna declaración pública de su parte.
"Tiene la voluntad de explicarse y hablar a los franceses", afirmó el diputado socialista Jean Marie Le Guen aunque no dijo cuándo lo hará.
El final de la causa penal en Estados Unidos no cierra sin embargo el caso, pues Diallo presentó una denuncia civil para exigir una compensación económica.
En Francia también le espera una denuncia por intento de violación en 2003 presentada por la periodista y escritora Tristane Banon, de 32 años.
Strauss-Kahn, que podría ser interrogado en el caso Banon en los próximos días, según varios medios, demandó a la periodista por denuncia calumniosa.
Su regreso fue saludado por el ex ministro de Cultura socialista Jack Lang, por su biógrafo, Michel Taubmann, para quien Strauss-Kahn fue "víctima de un terrible error judicial" y por
otros cercanos dirigentes del PS como el diputado Francois Pupponi que pidió "déjenlo respirar un poco".
En cambio, la madre de Banon y también dirigente socialista Anne Mansouret, que confesó haber mantenido relaciones sexuales con Strauss-Kahn, calificó su regreso de "indecente" y comparó su situación judicial en Estados Unidos con la del cineasta Roman Polanski.
Su regreso a Francia reavivará también la pugna en el Partido Socialista, que el 9 y 16 de octubre celebrará elecciones primarias para elegir a su candidato a las presidenciales del año
próximo sin Strauss-Kahn en liza.
"La vuelta que molesta" es el título del diario Le Parisien que se adelanta a las repercusiones de este regreso en la vida política francesa.
Aunque si bien una mayoría de franceses no quieren que Strauss-Kahn tenga papel alguno en la campaña o sea ministro, ello no parece afectar a los socialistas en las encuestas sobre
intenciones de voto para 2012.
Según un sondeo del instituto IFOP difundido el domingo el favorito a la investidura socialista y ex primer secretario del PS, Francois Hollande, obtiene el 29% de las intenciones de voto
delante de Sarkozy (23,5%).
El regreso de Strauss-Kahn empañó en cambio la clausura de la universidad de verano de la UMP que debía ser el puntapié inicial de campaña del partido en el poder aunque en ausencia de Sarkozy.