"Soy lo que soy porque nací homosexual"
* Por Pablo Schanton. A pocos días de distribuirse su álbum de estudio número 9, Música + Alma + Sexo (alias " M.A.S ."), nos enfrentamos al Ricky Martin post-salida del closet. O sea, al autor de un tweet con que confesaba tardíamente su homosexualidad.
La marquesina de sus cejas. En esa saliente de su arquitectura facial, Ricky Martin apuesta a la expresividad total: un halcón con alma de paloma. Su tipo remite a antecedentes: Adam West, con o sin máscara de Batman, Burt Reynolds, Freddy Mercury y, sobre todo, Marlon Brando haciendo de Zapata en 1952. En media hora de charla, cómo desenvolverá su sobrecejo: como si fuera un padre severo que se deja sorprender por ráfagas de ternura. Sus gestos dibujan grafitis en el aire fijo de esta suite de hotel, completamente cerrada. De no ser por el desfile de productores, asistentes y jefas de prensa (que se multiplican como Alessandras Rampollas en un laberinto de espejos), tanto reflector, tanto blackout y tanto spot improvisando un estudio fotográfico completarían el encierro de un paranoico "miamifóbico". Pero esto es Miami Beach. Y hay olor a Fort en los Rolex y los rollers. Pero este Ricky es otra cosa. Por algo eligió el hotel W: lo más parecido a lo que se imaginó Madonna cuando le describieron el Faena.
A pocos días de distribuirse su álbum de estudio número 9, Música + Alma + Sexo (alias " M.A.S ."), nos enfrentamos al Ricky Martin post-salida del closet. O sea, al autor de un tweet con que confesaba tardíamente su homosexualidad y al de un gran best seller de 2010, o la autobiografía mejor/peor titulada de la historia, Yo . Prototipo de latin lover, el ex Menudo se apoltrona a gusto, para comenzar donde termina el puente de sus largas piernas de jean. Su cara queda al tamaño de la tapa de su libro. Deja correr valiosos minutos de nuestra nota en pedirle a su asistente que, para el próximo clip, tenga en cuenta a un "chico transgender (sic)" que acaba de entrevistarlo. Es decir, esa versión incaica de Florencia de la Ve que recién se despidió a todo taco. "Perdona, es parte de mi trabajo estar en todos los detalles", se excusa nuestra estrella, antes de recibir -como boxeador en su rincón- café desde un tazón Starbucks que le sostiene un productor. "Ese militar exigente que llevo dentro desde la época de Menudo es casi como el catolicismo, ¿no? Una vez que eres católico, siempre lo serás", se ríe. "Yo me sigo exigiendo mucho; es parte de mi personalidad y lo tomo como un defecto. Pero el obsesivo compulsivo en mí me ha ayudado a alcanzar muchas cosas".
Empecemos por el título. ¿Cómo armonizan en tu filosofía de vida dos enemigos en la historia de las religiones, lo sexual y lo espiritual? Yo creo que no hay nada mas espiritual que el sexo. Uh, cuando llegas al éxtasis es cuando más cerca estás de Dios. Busqué las cosas más vitales para el título y, obviamente, puse a la música, que es esencial, porque es lo que somos: el latido de nuestro corazón es un ritmo desde que estamos en el útero.
En "Frío" le cantás a una mujer. ¿Qué pasó, todavía no te animás a dedicársela a un hombre? Wisin & Yandel me presentan Frío y la melodía me fascinó, pero les pedí trabajar la letra. Ellos tenían ese "Qué bella eres", y me pregunté cómo plantear ese verso sin que digan:"Ricky, decídete, estás mandando mensajes mixtos." Pero sí, decidí decir "Qué bella eres", y contar ese romance que tuve contigo, mujer, que me encantó, pero honestamente mi corazón no puede más fingir. Reescribí la letra para encontrar ese balance. La gente me pregunta: "Dices que eres gay, y ahora, ¿cómo serán tus conciertos? ¿Ya no vas a bailar con mujeres?" Qué pensamiento limitado, ¡cómo no voy a disfrutar al bailar con una mujer! ¿Y qué le dirías a esa fan de toda la vida que hoy te reprochara que durante tantos años la engañaste por ocultar tu homosexualidad? Durante muchos años estuve haciendo todo lo posible por que otros me aceptaran sin yo aceptarme a mí mismo. Por eso, en este momento de mi vida, lo importante es estar bien conmigo. El día que anuncié mi homosexualidad tenía 500. 000 personas en Twitter y ahora tengo 2 punto 8. Todo es relativo. Hay gente que antes no me quería, y ahora me quiere por ser gay. No le he estado mintiendo a la gente, yo me dejaba seducir por la negación, por la religión, por el machismo, por la sociedad, por lo que representaba Ricky Martin. Hasta que dije "Basta, no puedo más".
Hay notas de los ‘90 donde se insinúan supuestos romances con Gabriela Sabatini y Valeria Mazza. En ésta decías: "Busco encontrar a la mujer de mis sueños". ¿Te dan vergüenza estas entrevistas? (Hojea las fotocopias). En ese momento yo era éste de la foto. Y te voy a ser sincero: yo me enamoré de mujeres. Sentí pasión y atracción sexual por ellas, y estoy seguro de que no soy el único hombre gay que se enamoró de mujeres. Igual que habrá muchas mujeres que tuvieron hijos y estuvieron casadas, y de momento, sintieron una atracción por alguien del mismo sexo y hoy tienen una relación lesbiana maravillosa. Cada quien es un universo diferente. Lo importante es darse cuenta de que hoy hay niños de 13 o 14 años en un conflicto tremendo porque no pueden aceptarse, porque su religión, sus padres y la sociedad les dicen que lo que ellos sienten está errado. Y se están suicidando, porque su autoestima está por el suelo. Hay hombres y mujeres de 30 años que pasan por lo mismo. ¡Hay gente que muere a los 80 años sin haberse podido aceptar! Y eso, para mí, es terrible y tiene que cambiar ya.
Hablemos de tu frase "La homosexualidad es una bendición". ¿Creés que el hecho de ser gay te aporta una sensibilidad especial o lo decís como una forma de dulce resignación? Si no fuese homosexual, no tendría los hijos que tengo hoy, que ya son una bendición. Si no fuese homosexual, no habría trabajado de la forma obsesiva en la que trabajé, tratando de evitar lo que soy. Viendo el macro de todo, yo soy lo que soy porque nací homosexual. Y todos esos años manipulando emociones, tratando de crear mi personalidad según lo que la gente necesitaba de mí, con un gotero metiendo lo mío, pues todo me ha fortalecido de una forma increíble. Donde yo me caigo, muchos se matan.
En tu libro, te dividís en tres: Enrique (el hombre público), Ricky (la estrella) y Kiki (el niño en privado). ¿Cuál de ellos está hablando ahora? ¡Espero que no piensen que soy esquizofrénico, un tripolar! (risas). Quiero que conozcan a mi niño interior, a mi militar interior, al artista, al padre, al hombre con dignidad que se acuerda de cuando no tenía dignidad, a todos. Pero que conste que hoy quiero unirlos en el todo que soy.
A pocos días de distribuirse su álbum de estudio número 9, Música + Alma + Sexo (alias " M.A.S ."), nos enfrentamos al Ricky Martin post-salida del closet. O sea, al autor de un tweet con que confesaba tardíamente su homosexualidad y al de un gran best seller de 2010, o la autobiografía mejor/peor titulada de la historia, Yo . Prototipo de latin lover, el ex Menudo se apoltrona a gusto, para comenzar donde termina el puente de sus largas piernas de jean. Su cara queda al tamaño de la tapa de su libro. Deja correr valiosos minutos de nuestra nota en pedirle a su asistente que, para el próximo clip, tenga en cuenta a un "chico transgender (sic)" que acaba de entrevistarlo. Es decir, esa versión incaica de Florencia de la Ve que recién se despidió a todo taco. "Perdona, es parte de mi trabajo estar en todos los detalles", se excusa nuestra estrella, antes de recibir -como boxeador en su rincón- café desde un tazón Starbucks que le sostiene un productor. "Ese militar exigente que llevo dentro desde la época de Menudo es casi como el catolicismo, ¿no? Una vez que eres católico, siempre lo serás", se ríe. "Yo me sigo exigiendo mucho; es parte de mi personalidad y lo tomo como un defecto. Pero el obsesivo compulsivo en mí me ha ayudado a alcanzar muchas cosas".
Empecemos por el título. ¿Cómo armonizan en tu filosofía de vida dos enemigos en la historia de las religiones, lo sexual y lo espiritual? Yo creo que no hay nada mas espiritual que el sexo. Uh, cuando llegas al éxtasis es cuando más cerca estás de Dios. Busqué las cosas más vitales para el título y, obviamente, puse a la música, que es esencial, porque es lo que somos: el latido de nuestro corazón es un ritmo desde que estamos en el útero.
En "Frío" le cantás a una mujer. ¿Qué pasó, todavía no te animás a dedicársela a un hombre? Wisin & Yandel me presentan Frío y la melodía me fascinó, pero les pedí trabajar la letra. Ellos tenían ese "Qué bella eres", y me pregunté cómo plantear ese verso sin que digan:"Ricky, decídete, estás mandando mensajes mixtos." Pero sí, decidí decir "Qué bella eres", y contar ese romance que tuve contigo, mujer, que me encantó, pero honestamente mi corazón no puede más fingir. Reescribí la letra para encontrar ese balance. La gente me pregunta: "Dices que eres gay, y ahora, ¿cómo serán tus conciertos? ¿Ya no vas a bailar con mujeres?" Qué pensamiento limitado, ¡cómo no voy a disfrutar al bailar con una mujer! ¿Y qué le dirías a esa fan de toda la vida que hoy te reprochara que durante tantos años la engañaste por ocultar tu homosexualidad? Durante muchos años estuve haciendo todo lo posible por que otros me aceptaran sin yo aceptarme a mí mismo. Por eso, en este momento de mi vida, lo importante es estar bien conmigo. El día que anuncié mi homosexualidad tenía 500. 000 personas en Twitter y ahora tengo 2 punto 8. Todo es relativo. Hay gente que antes no me quería, y ahora me quiere por ser gay. No le he estado mintiendo a la gente, yo me dejaba seducir por la negación, por la religión, por el machismo, por la sociedad, por lo que representaba Ricky Martin. Hasta que dije "Basta, no puedo más".
Hay notas de los ‘90 donde se insinúan supuestos romances con Gabriela Sabatini y Valeria Mazza. En ésta decías: "Busco encontrar a la mujer de mis sueños". ¿Te dan vergüenza estas entrevistas? (Hojea las fotocopias). En ese momento yo era éste de la foto. Y te voy a ser sincero: yo me enamoré de mujeres. Sentí pasión y atracción sexual por ellas, y estoy seguro de que no soy el único hombre gay que se enamoró de mujeres. Igual que habrá muchas mujeres que tuvieron hijos y estuvieron casadas, y de momento, sintieron una atracción por alguien del mismo sexo y hoy tienen una relación lesbiana maravillosa. Cada quien es un universo diferente. Lo importante es darse cuenta de que hoy hay niños de 13 o 14 años en un conflicto tremendo porque no pueden aceptarse, porque su religión, sus padres y la sociedad les dicen que lo que ellos sienten está errado. Y se están suicidando, porque su autoestima está por el suelo. Hay hombres y mujeres de 30 años que pasan por lo mismo. ¡Hay gente que muere a los 80 años sin haberse podido aceptar! Y eso, para mí, es terrible y tiene que cambiar ya.
Hablemos de tu frase "La homosexualidad es una bendición". ¿Creés que el hecho de ser gay te aporta una sensibilidad especial o lo decís como una forma de dulce resignación? Si no fuese homosexual, no tendría los hijos que tengo hoy, que ya son una bendición. Si no fuese homosexual, no habría trabajado de la forma obsesiva en la que trabajé, tratando de evitar lo que soy. Viendo el macro de todo, yo soy lo que soy porque nací homosexual. Y todos esos años manipulando emociones, tratando de crear mi personalidad según lo que la gente necesitaba de mí, con un gotero metiendo lo mío, pues todo me ha fortalecido de una forma increíble. Donde yo me caigo, muchos se matan.
En tu libro, te dividís en tres: Enrique (el hombre público), Ricky (la estrella) y Kiki (el niño en privado). ¿Cuál de ellos está hablando ahora? ¡Espero que no piensen que soy esquizofrénico, un tripolar! (risas). Quiero que conozcan a mi niño interior, a mi militar interior, al artista, al padre, al hombre con dignidad que se acuerda de cuando no tenía dignidad, a todos. Pero que conste que hoy quiero unirlos en el todo que soy.