“Soy como Alessandra Rampolla pero no del sexo sino del amor”

Casi sin quererlo, Belén Francese tomó un protagonismo inusitado en “ShowMatch" desde que asumió el rol de Angel de la Guarda de Marcelo Tinelli para ahuyentarle a las chicas que lo buscan con “malas intenciones” según ella. Es más, Silvina Escudero, Juana Repetto y hasta una maquilladora llamada Celeste, le pidieron que las ayude a conseguir novios sanos.

Ella disfruta de este nuevo lugar de “Celestina” que le toca ocupar y cuenta divertida que “las chicas de Ideas del Sur ahora me vienen a pedir consejos sentimentales. Me describen a sus pretendientes y yo les digo si son o no para ellas. Silvina Escudero y Juanita Repetto, me pidieron asesoramiento sobre edades y características para buscar chicos. Se está poniendo de moda esto de hacer castings para encontrar novio y quieren que yo sea la jefa de oficial. Me cuentan acerca de los chicos que las invitan a salir y yo analizo y les doy mi parecer. Ya estoy pensando en hacer mi nuevo libro que podría llamarse ' La custodia de los corazones'  o algo por el estilo”.

Metida de lleno en el tema, Belén agrega que “todo esto me divierte, pero me lo tomo en serio a la vez. Lo hago con buenas intenciones y si bien no soy una experta en el amor, tengo sentido común y una base sana por venir de una familia conservadora. Las chicas hoy ven a los muchachos muy desacatados y buscan al hombre ideal, que tenga eso de ser un chico de su casa. Soy como Alessandra Rampolla, pero en lugar de asesorar sobre sexo lo hago sobre el amor. A Tinelli y a las chicas les digo que prioricen el amor, y que el sexo viene mucho después. Me dicen que soy lenteja con ese asunto pero no me gusta que las chicas se regalen. Además, lo que cuesta mucho al principio después se disfruta más”. Asegura quien se siente una voz autorizada para hablar sobre estas cuestiones y aclara por si fuera necesario que “lo mío es sólo unir parejas y no separarlas. No hago trabajos para el mal porque la desunión no me gusta. Creo en el amor”.

Hablando del certamen de baile, Belén está ansiosa porque se acerca la coreografía del caño y asegura que “todavía no empecé a ensayarlo, pero es de los bailes más difíciles para mí. Hay que tener mucha fuerza en los brazos y destreza física. Es un desafío muy fuerte porque requiere de un entrenamiento durísimo. No es como un paso de baile común, que te lo marcan y lo vas emprolijando hasta que te salga divino. Estamos todas como medio asustadas y en mi caso, me genera cierto estrés hacerlo, pero voy a tratar de dar lo mejor. Voy a utilizar el caño como algo terapéutico y aprovechar para liberar todo lo que tengo adentro, como por ejemplo mis deseos reprimidos o los amores que nunca se dieron”.