Sorpresa
* Por Pablo Moreno. Los economistas ortodoxos han venido fogoneando desde hace tiempo la problemática inflacionaria, marcando un escenario catastrófico en donde cada día que pasa se acumulan más pobres por culpa de la inflación.
Sin embargo, la realidad los desmiente y vemos cómo el consumo bate récords, constituyéndose en una de las bases del fuertísimo crecimiento actual.
Si el consumo se incrementa, es porque hay un mayor poder adquisitivo por parte de los trabajadores, (tanto en términos de salario real como de masa salarial,) los cuales poseen una mayor propensión marginal a consumir.
Claramente hay una problemática inflacionaria cuando se observan índices del 11% anual, pero dista de encontrarse desbocada como muchos de estos "especialistas" afirman.
Lo que los opositores y sus escribas no pueden explicar es cómo:
a)si la oferta monetaria se expande a tasas cercanas al 30%,
b)hay un crecimiento de la economía del 9%,
y
c)la inflación es como ellos afirman del 25%, los alimentos en diciembre mostraron una importante desaceleración.
A esto, ellos lo llaman "sorpresa" porque no encaja con su análisis teórico.
Sería imposible que si las variables económicas se moviesen como ellos afirman, en diciembre los alimentos no se hayan incrementado fuertemente, más cuando estacionalmente esos productos por las fiestas, reciben una creciente demanda.
No obstante, la explicación es sencilla.
En el segundo trimestre del año 2010 el precio de la carne vacuna experimentó un fuerte alza, esencialmente por la estrategia de grandes productores que, decidieron conservar su ganado para engordarlo en sus campos, dado el fuerte crecimiento natural de los pastos por las precipitaciones ocurridas, para luego vender su producción a niveles más altos. Esto efectivamente sucedió y dado a su vez un tipo de cambio razonablemente estable, la ecuación económica-financiera para los productores ganaderos fue altamente beneficiosa.
Una vez alcanzado el engorde, dichos animales se envían para la faena y esto explica el fenómeno observado en diciembre.
Muchos de los análisis que se hacen tienen más que ver con intencionalidades políticas que con rigurosidad profesional.
Sin embargo, es tan fuerte la influencia de algunos medios sobre ciertos sectores de la población, que naturalmente asumen como verdaderas sus "estimaciones" generando una percepción que no coincide con la realidad. Es natural observar las alzas y no tomar en cuenta las bajas, las cuales generalmente no se divulgan.
También es cierto el hecho de que al haber una fuerte demanda, ciertos empresarios en vez de incrementar la producción y de esa forma satisfacer la mayor demanda, busquen apropiarse de una mayor renta incrementando sus precios.
En este marco, es vital la acción del Estado tendiente a administrar los precios de esos mercados altamente concebidos.
Si el consumo se incrementa, es porque hay un mayor poder adquisitivo por parte de los trabajadores, (tanto en términos de salario real como de masa salarial,) los cuales poseen una mayor propensión marginal a consumir.
Claramente hay una problemática inflacionaria cuando se observan índices del 11% anual, pero dista de encontrarse desbocada como muchos de estos "especialistas" afirman.
Lo que los opositores y sus escribas no pueden explicar es cómo:
a)si la oferta monetaria se expande a tasas cercanas al 30%,
b)hay un crecimiento de la economía del 9%,
y
c)la inflación es como ellos afirman del 25%, los alimentos en diciembre mostraron una importante desaceleración.
A esto, ellos lo llaman "sorpresa" porque no encaja con su análisis teórico.
Sería imposible que si las variables económicas se moviesen como ellos afirman, en diciembre los alimentos no se hayan incrementado fuertemente, más cuando estacionalmente esos productos por las fiestas, reciben una creciente demanda.
No obstante, la explicación es sencilla.
En el segundo trimestre del año 2010 el precio de la carne vacuna experimentó un fuerte alza, esencialmente por la estrategia de grandes productores que, decidieron conservar su ganado para engordarlo en sus campos, dado el fuerte crecimiento natural de los pastos por las precipitaciones ocurridas, para luego vender su producción a niveles más altos. Esto efectivamente sucedió y dado a su vez un tipo de cambio razonablemente estable, la ecuación económica-financiera para los productores ganaderos fue altamente beneficiosa.
Una vez alcanzado el engorde, dichos animales se envían para la faena y esto explica el fenómeno observado en diciembre.
Muchos de los análisis que se hacen tienen más que ver con intencionalidades políticas que con rigurosidad profesional.
Sin embargo, es tan fuerte la influencia de algunos medios sobre ciertos sectores de la población, que naturalmente asumen como verdaderas sus "estimaciones" generando una percepción que no coincide con la realidad. Es natural observar las alzas y no tomar en cuenta las bajas, las cuales generalmente no se divulgan.
También es cierto el hecho de que al haber una fuerte demanda, ciertos empresarios en vez de incrementar la producción y de esa forma satisfacer la mayor demanda, busquen apropiarse de una mayor renta incrementando sus precios.
En este marco, es vital la acción del Estado tendiente a administrar los precios de esos mercados altamente concebidos.