Soria lo presentía: "Esto va a terminar mal", dijo tres meses antes de ser asesinado
"Esta mujer está loca, yo sé lo que les digo. Esto va a terminar mal", le había dicho Carlos Soria a su nuera, en referencia a su esposa, tres meses antes de ser asesinado.
Victoria Argañaraz no sólo fue una de las nueras del gobernador de Río Negro, Carlos Soria, sino que también fue su jefa de prensa durante sus años como intendente de Roca. Fue en esos últimos meses que Susana Freydoz, la viuda de Carlos Soria, comenzó a pedirle que lo espiara: la llamaba para que se fijara en la agenda si era cierto que él tenía una reunión y la machacaba con el asunto de la infidelidad. Hasta que a fin del año pasado, cansada de la obsesión persecutoria de su suegra, Victoria le preguntó a Soria si había otra mujer. Soria levantó los brazos, harto, lo negó y le dijo: " Esto va a terminar mal , yo sé lo que les digo. Esto va a ser un desastre", informa hoy el diario Clarín.
En la audiencia del juicio contra Susana Freydoz, acusada de asesinar a su marido, declaró Victoria: "Susana no tenía vida propia. Yo le decía que se armara un proyecto de vida, más allá de lo que hiciera o dejara de hacer Carlos. Pero ella me contestaba: ‘Yo tengo 60 años, ¿qué querés que haga? A los tipos, a esta edad les agarra el viejazo".
Contó que "esa noche había tomado, se le notaba que estaba como pasadita . Yo la vi tomar de la copa de otro y después seguir con la suya". Esa víspera de Año Nuevo, concluyó, la única mujer acusada del crimen "observaba" –criticó a su marido porque estaba haciendo el ridículo cantando en el karaoke–, "participaba" –ayudó a entrar y salir con la comida desde la cocina hasta la galería– y "criticaba" –les repitió a las nueras que en Viedma todas las funcionarias eran gatos–.
En la audiencia del juicio contra Susana Freydoz, acusada de asesinar a su marido, declaró Victoria: "Susana no tenía vida propia. Yo le decía que se armara un proyecto de vida, más allá de lo que hiciera o dejara de hacer Carlos. Pero ella me contestaba: ‘Yo tengo 60 años, ¿qué querés que haga? A los tipos, a esta edad les agarra el viejazo".
Contó que "esa noche había tomado, se le notaba que estaba como pasadita . Yo la vi tomar de la copa de otro y después seguir con la suya". Esa víspera de Año Nuevo, concluyó, la única mujer acusada del crimen "observaba" –criticó a su marido porque estaba haciendo el ridículo cantando en el karaoke–, "participaba" –ayudó a entrar y salir con la comida desde la cocina hasta la galería– y "criticaba" –les repitió a las nueras que en Viedma todas las funcionarias eran gatos–.