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Sonsoles Rey, ahijada de Sandra Mihanovich, necesita un tercer trasplante de riñón

La joven contó que nueve amigas resultaron incompatibles para la donación y aseguró: "Todos deberíamos ser donantes". 


Pasaron ya 10 años  desde que recibió un trasplante de riñón de su madrina, Sandra Mihanovich, y ahora Sonsoles Rey necesita someterse a una nueva operación. Coincidiendo con el Día de la Donación de Órganos, celebrado ayer, Sonsoles compartió su situación para generar conciencia sobre la importancia de modificar las legislaciones que regulan estos procedimientos.

Sonsoles recibe diálisis mientras se encuentra en lista de espera para una donación. El primer trasplante de riñón que recibió fue en Bolivia, a los 24, ocho años después de enterarse de su estado de salud.

En diálogo con La Nación, la ahijada de Sandra Mihanovich contó cómo se encuentra. “Es un proceso muy difícil que requiere de una energía y de tener bien la cabeza para poder bancar cada diálisis, porque en cada una hay que poner mucho de sí en esas cuatro horas, levantarse a las cinco de la mañana para ir. Al principio lloraba un montón, casi en todas las sesiones, casi toda la sesión. Ahora cada vez me siento mejor”, comentó.

El segundo órgano trasplantado que recibió Rey fue de su madrina, pareja de su madre. En total han sido nueve las personas que intentaron ayudarla, amigos suyos que se realizaron las pruebas correspondientes aunque ninguno resultó compatible. “Ayer me dijeron que mi amiga número nueve, hay que remarcar eso, la número nueve, se fue a hacer el análisis para donarme un riñón y tampoco es compatible. Tengo anticuerpos contra ella, lo cual hace que realmente lo que pasó con Sandra haya sido un milagro del que en su momento no me di cuenta”, señaló en referencia a las dificultades que se presentan a la hora de dar con donantes para cada caso particular.

Sin embargo, con el tiempo, el riñón de Sandra presentó complicaciones en su cuerpo. Tuvieron que internarla y los médicos le comunicaron que necesitaba un trasplante urgente. “Ahora dependo del Incucai. El sistema está mal, se me pide tener un amparo legal de una abogada, que me hizo la anterior entre Sandra y yo, para que el juez me habilite el trasplante, y esa abogada me quería cobrar 4.800 dólares. Esto te toca por todos lados, porque además cuando estás muy mal de salud tampoco podés trabajar”, mencionó.

Rey se encuentra “muy enfocada en el día a día” y dice que “nadie sabe lo que puede pasar mañana”. Y agrega: “Un riñón del Incucai puede aparecer en cualquier día, en cualquier momento. Estoy en la lista como todo ser que está esperando ser trasplantado, atado a la máquina. Por eso ayer fui a lo de Georgina Barbarossa, porque me parece importante pensar en la donación de órganos y no hablar sin pensar en lo que se dice, si no realmente saber que hay un montón de almas esperando y un montón de cuerpos que se van por mala logística. Acá en Argentina no está bien hecha la Ley Justina, todavía no es ley, deberíamos ser sí o sí todos donantes, sin preguntar. Ojalá alguien tenga el poder de cambiar esta ley, porque es muchísima la gente que está sufriendo”.

Invitada al programa de Georgina Barbarossa, Sonsoles contó ayer que también su hermana necesita un trasplante de riñón. Sobre el presente familiar, manifestó: “Toda la vida me culpé por eso que se dice de que uno es creador de su propia vida, y decía: ‘¿cómo puede ser que me enfermé?’, y ahora mi hermana está con lo mismo. Y ella, amorosa, me dijo: ‘por lo menos te saco la culpa, pensá que es una unión entre madre y padre, unos ADN malos que le joden los riñones a las mujeres de la familia”.

Sonsoles procuró compartir información a partir de su experiencia personal para concientizar sobre los miedos y situaciones que enfrentan las personas que se encuentran en circunstancias similares. “El primer riñón trasplantado me duró 11 años y me dio un hijo. Me la jugué. Al año y medio me complicó un montón, estuve meses internada y ahí empecé a tenerle terror a volver a diálisis”, mencionó.

“Me lo pasé de los 22 a los 24 enchufada a una máquina. Primero te tienen que hacer una operación para unirte una arteria a una vena para que se banque el caudal de sangre. Cuando era chica, me pegaba mal”, dijo Sonsoles.

Sandra Mihanovich fue contactada por la producción del programa y trasladó al aire el apoyo a su ahijada. “Me encanta la fuerza que tiene, la energía. Evidentemente Dios la ha puesto en este lugar para poder dar el mensaje que está dando, para poder decir lo que siente y ser la voz de muchos que están en el mismo lugar que ella”, manifestó la artista. “Está buenísimo que hablemos de la donación de órganos porque como dice Sonsoles no es tan fácil ser donante. Hay mil personas que se mueren y solo cuatro pueden ser donantes”, añadió.

En diálogo con este medio, Sonsoles tuvo palabras de agradecimiento y afecto hacia su madrina. “En 2005 escribí una carta en LA NACION, y es muy loco porque estaba casi hablando de lo mismo, hace 20 años. Sandra es mi mamá, mi otra mamá, al pie del cañón. Mañana me sacan el catéter que tengo colgado hace un año y me llevan mi mamá y Sandra. Sandra me cubre al cien por ciento. En cada cosa que me pasa, sé y siento que la tengo a Sandra al lado y que estoy protegida. Eso es Sandra”, manifestó.

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