Son siamesas, las separaron y nadie creía que sobrevivirían: están por ingresar a la universidad
Tienen 16 años. Zainab quiere convertirse en pediatra y espera convertirse en abogada. "Son un milagro", aseguró el padre.
Cuando nacieron, Zainab y Jannat Rahman estaban unidas por el pecho y el hígado. Sus posibilidades de supervivencia, según los médicos, eran mucho menos que escasas: una en un millón. Dieciséis años después, están en perfecta salud. Y aspiran a ingresar en las universidades más prestigiosas del mundo.
Las niñas se separaron a las seis semanas de edad en una operación pionera de cuatro horas y media por un equipo quirúrgico de 20 miembros en el hospital Great Ormond Street, en el Reino Unido.
Las hermanas cumplieron 16 años el 1 de diciembre.
"Todo lo que pasamos se siente como una pesadilla lejana ahora. En ese momento nunca me atreví a imaginar este día.
Pero mirarlas ahora es asombroso. Ya han logrado mucho y en contra de las peores probabilidades imaginables", dijo la madre Nipa, una enfermera de 36 años, al diario Daily Mail.
Zainab quiere ingresar a Cambridge y convertirse en pediatra en el Great Ormond Street, el hospital de niños en el que fueron operadas y el más importante de Inglaterra. Por su parte Jannat, que estudia tres idiomas, planea ir a Oxford y espera convertirse en abogada.
"Soy el padre más afortunado del mundo. Cuando veo a estas dos, siento que Dios me dio un regalo. Todavía lo estamos apreciando. Todos los días. Nos han hecho sentir muy orgullosos", dijo su padre Luther, un director de desarrollo de negocios de 42 años.
La noticia de que las niñas eran gemelas siamesas se reveló a sus padres en la primera ecografía en 2002. Los médicos aconsejaron a la madre que considerara un aborto: es que tenían una posibilidad de supervivencia de una en un millón, les dijeron. Además, si sobrevivían existía la posibilidad de que una de las niñas pudiera perder una extremidad o terminar con una enfermedad.
Por suerte el órgano que compartieron fue el único que se regenera, el hígado, explicó el padre.
"Estábamos horrorizados cuando nos aconsejaron abortarlas", dijo. "Pero dijimos, sean lo que sean, son nuestras hijas".
Los médicos estaban especialmente preocupados por Jannat: Zainab la había mantenido con vida en el útero y, además, tenía un problema en el corazón. Había pocas posibilidades que sobreviviera.
Una vez separados, Jannat entró en cuidados intensivos para una nueva cirugía. Durante este tiempo, Zainab, sintiendo la ausencia de su hermana a su lado, se puso inquieta, rechazando la comida y sin poder dormir.
"Zainab la estaba buscando. Ella siguió buscando a su hermana ", dijo el padre. "Al principio no hicimos clic en cuál era el problema. Pero entonces una de las enfermeras tuvo una idea y buscó un espejo. Lo puso en su cuna y de repente Zainab comenzó a mirar su reflejo y sonrió. Entonces volvió a estar contenta".
Al igual que cuando eran bebés, Zainab y Jannat siguen siendo inseparables. Las chicas, que dicen ser "mejores amigas", en dieciséis años han pasado una sola noche separadas, una vez que Jannat se enfermó y tuvo que quedarse en la casa de la abuela.
"No tenemos ninguna razón para estar separadas", dijeron al Daily Mail.
Zainab agregó: "Vamos a la misma escuela y tenemos los mismos amigos. Somos mejores amigas, pero a veces nos peleamos como cualquier otro hermano".
Ahora se preparan para estar separadas durante un tiempo, cuando Zainab, quien estudia latín, viajará a Roma con su escuela el próximo mes. Jannat, por su parte, sueña con vivir en el extranjero después de sus estudios.
Aunque el padre no cree que podrán pasar mucho tiempo alejadas. "Terminarán en la misma universidad, el mismo campus, la misma ciudad e incluso el mismo dormitorio. Siempre estarán juntas, estoy seguro", bromeó.
Y concluyó: "Son un milagro. Y les digo que están aquí por una necesidad más grande en este mundo. Para lograr cosas buenas y tratar a las personas con respeto y amabilidad".