Son muchos, hay que entenderla: Cristina Kirchner se olvidó de Sergio Szpolski en Tiempo Argentino
La ex presidenta visitó el edificio que fue atacado por una patota. La demagogia, el reproche y la falta de respuestas.
Gustavo Rodríguez
grodriguez@diarioveloz.com
@GusLRodri
Seguramente Cristina Kirchner habrá esperado otro recibimiento en Aeroparque cuando llegó el sábado por la noche; quizá haya imaginado otra convocatoria en la calle Juncal, donde está su departamento de Recoleta, o en su presentación en Comodoro Py. No obstante, tal vez haya imaginado otra recepción cuando pisó la redacción de Tiempo Argentino.
Sergio Szpolski, junto a Matías Garfunkel, es el gran responsable de la crisis de Tiempo Argentino, medio que hoy sostienen sus periodistas por medio de una cooperativa por la cual logran sacar las ediciones. Szpolski integró la lista del Frente para la Victoria para ser intendente de Tigre. Y los trabajadores se lo recordaron, según revelaron en un comunicado del diario publicado en Facebook.
La ex presidente llegó hasta el edificio de Amenabar 23 en solidaridad con los periodistas que sufrieron el brutal ataque de la patota de Mariano Martínez Rojas. Fue una suerte de demagogia, porque nadie podrá negar que su intención fuera mostrarse cerca del diario cuyos trabajadores hacen enormes esfuerzos para salir adelante. ¿Alguien imagina una actitud similar si hubiera ocurrido en Clarín?
Cristina evitó explicar por qué Szpolski, el mismo tipo que se deshizo de Tiempo Argentino y Radio América, dejándolos en la ruina, integró una lista de su espacio político. ¿Se supone que los periodistas tenían que rogar por un triunfo del empresario para que hoy pudieran cobrar su sueldo?
"Hubo muchos candidatos del FPV. No me hagan hablar de todos porque la lista es larga. Me hago cargo de lo que me toca, como hice siempre cuando fui presidenta hasta el 9 de diciembre", contestó Cristina cuando le mencionaron al empresario ligado al kirchnerismo. Y sí, la lista larga.
En lugar de hacer política podría haber empezado por ofrecerles disculpas a los trabajadores, pero la autocrítica no existe en su diccionario. Es mentira que siempre se hizo cargo de la parte que le tocaba, como ella respondió en la redacción, porque esa parte también incluye haberle dado lugar a personajes como José López o Sergio Szpolski, entre otros que conforman una larga lista de corruptos por los que debería responder.
grodriguez@diarioveloz.com
@GusLRodri
Seguramente Cristina Kirchner habrá esperado otro recibimiento en Aeroparque cuando llegó el sábado por la noche; quizá haya imaginado otra convocatoria en la calle Juncal, donde está su departamento de Recoleta, o en su presentación en Comodoro Py. No obstante, tal vez haya imaginado otra recepción cuando pisó la redacción de Tiempo Argentino.
Sergio Szpolski, junto a Matías Garfunkel, es el gran responsable de la crisis de Tiempo Argentino, medio que hoy sostienen sus periodistas por medio de una cooperativa por la cual logran sacar las ediciones. Szpolski integró la lista del Frente para la Victoria para ser intendente de Tigre. Y los trabajadores se lo recordaron, según revelaron en un comunicado del diario publicado en Facebook.
La ex presidente llegó hasta el edificio de Amenabar 23 en solidaridad con los periodistas que sufrieron el brutal ataque de la patota de Mariano Martínez Rojas. Fue una suerte de demagogia, porque nadie podrá negar que su intención fuera mostrarse cerca del diario cuyos trabajadores hacen enormes esfuerzos para salir adelante. ¿Alguien imagina una actitud similar si hubiera ocurrido en Clarín?
Cristina evitó explicar por qué Szpolski, el mismo tipo que se deshizo de Tiempo Argentino y Radio América, dejándolos en la ruina, integró una lista de su espacio político. ¿Se supone que los periodistas tenían que rogar por un triunfo del empresario para que hoy pudieran cobrar su sueldo?
"Hubo muchos candidatos del FPV. No me hagan hablar de todos porque la lista es larga. Me hago cargo de lo que me toca, como hice siempre cuando fui presidenta hasta el 9 de diciembre", contestó Cristina cuando le mencionaron al empresario ligado al kirchnerismo. Y sí, la lista larga.
En lugar de hacer política podría haber empezado por ofrecerles disculpas a los trabajadores, pero la autocrítica no existe en su diccionario. Es mentira que siempre se hizo cargo de la parte que le tocaba, como ella respondió en la redacción, porque esa parte también incluye haberle dado lugar a personajes como José López o Sergio Szpolski, entre otros que conforman una larga lista de corruptos por los que debería responder.