Solidaridad canina
Conmovedora historia de un perro ciego y su amigo guía.
Milo es un simpático terrier mestizo que, de buenas a primeras y sin entrenamiento previo, se ha convertido en el "lazarillo" de su buen amigo Eddie, un labrador ciego.
La feliz vida perruna que llevaba Eddie junto a su inseparable amigo, se vio truncada el año pasado cuando comenzó a presentar los primeros síntomas de ceguera hasta perder totalmente la vista. Ambos animalitos tienen por dueña a Angie Baker-Stedham, de Cardiff (Reino Unido), quien comenzó a observar como Eddie se guiaba por Milo y así decidió ponerle cascabeles en el collar a este último para facilitarle la tarea a Eddie. De ahí en más, la dupla se hizo inseparable y ambos comparten todo, desde el cuarto hasta los juegos y paseos.
Lo notable de esto, según cuenta Angie, es que en ningún momento ella se propuso entrenar a Milo para esa tarea. Esta maravillosa relación surgió espontáneamente y es sumamente beneficiosa para el labrador que "ve" a través de los ojos de su amigo.