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Sola y la última en enterarse: así recibió Nahir Galarza la noticia del fallo que le dio cadena perpetua

Mientras el veredicto se transmitía en vivo para todo el país, la joven estaba sola y aislada en su celda.

Por Mariano Gavira, extraído de Clarín

Nahir Galarza fue la última en enterarse del fallo que la sentenció a prisión perpetua. Mientras el veredicto se transmitía en vivo para todo el país, la joven estaba sola en su celda. Sin televisores ni radio, tuvo que esperar algunas horas, hasta que llegara su abogado, para saber lo que había ocurrido en el tribunal. Cómo se lo tomó es una incógnita que quedará en la intimidad de su celda.

Diecisiete minutos duraron las palabras del juez Mauricio Derudi. Con la sala desbordante de cámaras y periodistas, el letrado, algo nervioso, debió interrumpir su lectura con sorbos de agua en varias ocasiones.

La madre y la hermana de Fernando Pastorizzo lloraban y se tomaban de la mano. Gustavo, el padre, agachaba la cabeza. "Este Tribunal ha arribado al siguiente veredicto por unanimidad: condenar a Nahir Mariana Galarza como autora penalmente responsable del delito de homicidio calificado por ser de una persona con quien ha mantenido relación de pareja, a la pena de prisión perpetua", dijo ya al leer el último párrafo del veredicto el juez, y de fondo se escuchó un grito que fue como una explosión mezclada con aplausos. Eran vecinos que, conmovidos por el caso, decidieron acercarse hasta los Tribunales.

Ni Nahir ni sus padres estuvieron presentes en la sala para escuchar el veredicto. Sus padres, por temor a ser agredidos, se quedaron en la casa, pegados al televisor y con un policía en la puerta como custodia.

Nahir no estaba obligada a estar en la lectura del fallo y decidió escuchar a quienes le recomendaron que se quedara en la comisaría del Menor y la Mujer, donde se encuentra alojada desde que confesó haber asesinado a Pastorizzo. Allí se quedará ahora hasta que la pena quede firme. Luego, su destino puede ser la Granja Penal Nº 9 "Colonia El Potrero" (en Gualeguaychú) o la Unidad Penal N° 6 "Concepción Arenal" (en Paraná).

Nadie del entorno de la joven condenada a perpetua habló en público. Yamina, su mamá, difundió un mensaje en su estado de WhatsApp: "Te amo. Jamás podrán separarnos. Jamás. Esto recién empieza", escribió sobre una foto de Nahir y su hermano. Sonrientes, abrazados. Felices; en un contraste enorme con la realidad actual. Días antes del fallo, desde las cercanías a la estudiante de abogacía contaban que ella estaba confiada, que basaba esa sensación, en parte, en la numerología, práctica que aprendió en prisión. Los números le decían que todo saldría bien.

Pero no fue así. Durante once largas audiencias, la defensa planteó diferentes argumentos: dijeron que ella era la víctima y Pastorizzo el victimario, que nunca fueron novios y que lo que pasó aquella madrugada del 29 de diciembre de 2017 había sido un accidente, que a Nahir se le habían escapado los dos tiros.

Pero nada de eso se comprobó, y entonces Derudi leyó: "Ha quedado destruida la hipótesis de la defensa de que los disparos se produjeron de manera involuntaria". Los jueces determinaron que lo ocurrido fue un homicidio calificado por una relación de pareja, algo que había solicitado la fiscalía. No obstante, los magistrados descartaron tanto la alevosía -agravante que habían pedido las querellas- como el atenuante de la violencia de género, que podría haber reducido la pena para Nahir.

Durante las audiencias, el principal eje del debate fue el vínculo que unía a Nahir y Fernando, ya que determinarlo era clave para establecer si era aplicable el agravante del vínculo, que eleva la pena por homicidio a prisión perpetua. "Nunca fuimos novios, sólo nos veíamos de madrugada para tener sexo", dijo Nahir en su última declaración. La defensa intentó presentar como su novio oficial a otro chico, Rafael, pero él minimizó la relación cuando subió al estrado y dijo que sólo eran "amigos con derechos".

El abogado de Nahir, Horacio Dargainz, habló con los medios luego de la lectura del veredicto. Cuestionó, principalmente, que el tribunal haya decidido la condena sin haber analizado los videos y mensajes de los celulares de la pareja: "A nosotros, con un equipo de entre quince y veinte personas, nos llevó dos a tres meses analizar todos los videos y mensajes. ¿Cómo en tan poco tiempo el tribunal pudo analizar todo?", se preguntó el letrado. "Físicamente no te da el tiempo para analizar toda la prueba. Es un caso complejo, hay mucho para analizar", añadió, aunque dijo que no quería emitir una opinión hasta no conocer los fundamentos del veredicto. Aún así, Dargainz consideró que los testimonios que se escucharon durante el juicio no fueron prueba suficiente para condenar a su defendida a una pena tan severa: "Lo más grande estaba en los celulares y no les dio el tiempo para poder analizarlo", explicó una y otra vez el abogado a los periodistas.

Al mismo tiempo, afuera de la sala seguían los festejos; casi 500 vecinos celebraban el veredicto desde la plaza principal, frente a los tribunales. No es un número menor para un ciudad como Gualeguaychú, donde casi todos se conocen. Mujeres con sus perros caniches entre los brazos, chicos con uniformes que recién salían del colegio, jóvenes con mates y bizcochitos. Todos estuvieron atentos a la transmisión en vivo que por YouTube hizo la Justicia de Entre Ríos; todos amontonaron sus cabezas en torno a las pequeñas pantallas para seguir de cerca lo que pasaba.

El primero en salir de la sala fue Gustavo Pastorizzo, el hombre que apretó el puño en forma de festejo cuando escuchó la palabra "perpetua" en la boca del juez. Dijo que ahora Nahir empezará a sufrir: "Comienza a morir día a día. Es una muerte, quizás, tan cruenta como la que tuvo 'Nando'", expresó rodeado de micrófonos.

También hablaron Carla y Silvia, hermana y madre del chico asesinado. Dijeron que sentían tranquilidad porque se había hecho justicia, pero admitieron, en especial la madre, que ahora vendría el momento más duro: "Hace meses que mis energías están puestas en este juicio. Es lo que me mantiene fuerte, pero cuando esto termine no sé cómo voy a seguir", le había contado a Clarín días antes del veredicto. Este martes recordó a su hijo: "Tal vez ahora pueda descansar en paz".