Sin licencia para perder
*Por María Herminia Grande. Aún quedan destellos bélicos de lo que debió ser un encuentro deportivo: River-Belgrano. Para tratar de entender lo inexplicable, sigue repiqueteando en mis oídos la conclusión de Sergio...
Aún quedan destellos bélicos de lo que debió ser un encuentro deportivo: River-Belgrano. Para tratar de entender lo inexplicable, sigue repiqueteando en mis oídos la conclusión de Sergio Cachito Vigil: "En Argentina no hay licencia para perder".Reflexiono: para que esto sea así, la sociedad debe justificar el todo vale. ¿Cuándo se acude al todo vale? Cuando no se cree en el trabajo realizado, en la seriedad del mismo y en el esfuerzo en la búsqueda del logro. Cuando se supo aprehender que hay caminos más cortos y más fáciles que la pérdida de tiempo en el esfuerzo y el trabajo. Muchos son los ejemplos que pululan al alcance de cualquier individuo sobre la rápida manera de lograr éxito y reconocimiento social. Se puede ser discjockey y en muy poco tiempo vicepresidente de un país. Se puede ser presidente de un país y en el mismo período multiplicar las riquezas personales setecientas veces. Se puede tener un equipo con jugadores inexpertos pero ganar "comprando" o "amenazando" un árbitro. Se puede tener una hija "botinera" y dejar de trabajar. Se puede vivir de la política y salvarse para siempre. Si todo esto es así no debe impresionar que los noventa detenidos tras el escándalo del partido en River hayan vuelto a sus casas a las pocas horas y que nadie se acuerde ni pregunte por el estado de salud de los policías heridos. Si esto es así no debe sorprender que la presidenta Kirchner haya unificado en su persona la elección de todas las listas de diputados nacionales del país e incluso la imposición de vicegobernadores, senadores, etc.
En las oposiciones cuyas listas se han conocido oportunamente, suceden cosas notorias. Cuando habla el candidato Ricardo Alfonsín, suma algún punto el silencioso Binner. Cuando Carrió mantiene silencio, sube su ponderación. ¿Qué pasa con el electorado? ¿No quiere escuchar a sus probables representantes políticos? La propia presidente Kirchner disminuye en los sondeos cuando habla. ¿Por qué ni los unos ni los otros nos producen el interés necesario? Dado los acontecimientos producidos durante esta semana en lo futbolístico el descenso de categoría de grandes clubes resulta imposible de disociarlo con lo político. Estas grandes instituciones deportivas de la mano de sus dirigentes eligieron caminos opuestos al del esfuerzo, la planificación, el orden. Jugar a la pelota fue la pantalla de grandes negocios. El sentimiento del hincha fue utilizado y manoseado por intereses personales. Hoy la política guarda su similitud. Lamentablemente el voto del ciudadano en adhesión a un proyecto superador a su calidad de vida, en muchos casos termina siendo pantalla de tal o cual dirigente que llega a la política para "salvarse". En un caso y en otro, la falta de participación masiva (clubes con sesenta mil afiliados donde votan cuatro mil; partidos políticos que otrora tuvieron cientos de miles de afiliados, hoy sus básicas o comités tienen tela de araña en sus puertas), provoca la naturalización de hechos que debiesen ser ajenos tanto al fútbol como a la política. Cuando un país tiene ciudadanía no puede sentirse sorprendido en su buena fe. Si todo lo dicho hasta aquí guarda alguna relación con la realidad, no nos asombremos de los votos obtenidos por el candidato a gobernador Miguel Del Sel.
A esta altura del análisis tal vez podamos concluir que aquello de "en Argentina no hay licencia para perder" es el resultado y/o la conclusión a la que arriba una parte importante de la sociedad que va perdiendo cosas fundantes (tal vez sin racionalizarlo, pero intuyéndolo), y hace de esos noventa gloriosos minutos su razón de existir.
La forma de hacer política de la presidenta Cristina, gozando con la discusión de ideas en el "amplio mundo" de uno solo, es el principio de la decadencia de su sector político. Existen ejemplos recientes de candidatos presidenciables que por utilizar esta metodología política perdieron el protagonismo político.
Santa Fe tiene sus tres candidatos a gobernador en movimiento. La disputa claramente se da entre Rossi y Bonfatti. A propósito de este último, Bonfatti siente que la continuidad del modelo binnerista será asegurado con los votos que el obtenga. El cierre de la lista de diputados nacionales del socialismo dejó sin representatividad al sector del senador Rubén Giustiniani (152 mil votos). Miguel del Sel se restriega las manos, dado que siente que cual ambulancia recoge para su sector heridos y despechados del socialismo y del peronismo. A propósito del peronismo, la pregunta a realizarse es la siguiente: ¿qué grado de generosidad política tendrán María Eugenia Bielsa y Omar Perotti para con Agustín Rossi?
Asegurados sus espacios ¿buscarán el voto a voto que necesita su candidato para llegar a la gobernación? La unidad del peronismo en Santa Fe ¿era válida sólo cuando se debía tributar a Obeid o Reutemann?