Sin billetes de más de $ 100, los cajeros se rompen una vez al mes.
Los cajeros automáticos sufren por la inflación y la falta de billetes más grandes que 100 pesos. Arreglarlo vale fortuna.
La inflación no es un tema que sufren solamente las personas: los cajeros automáticos también. Las terminales que están en los bancos suelen romperse una vez al mes debido al uso, pero sobretodo por los billetes. En muchos casos, el papel suele estar dañado, roto o enmendado con cinta, lo que produce el atasco en la máquina y la posterior salida de servicio.
Otra de las razones por las cuales los cajeros dejan de funcionar es por la excesiva cantidad de billetes que sacan las personas. Esto se debe a que para sacar mil pesos, por ejemplo, se necesitan diez billetes, por ser 100 la denominación más alta. Según explican desde los bancos, en otros países el papel más grande suele ser de 200 o 500, como por ejemplo, el euro. Esto evita que se saquen muchos billetes y se rompa más fácil la máquina.
El arreglo de los cajeros no es barato: cuesta entre 1500 y 2500 dólares. Además, el uso excesivo de las máquinas provoca que el tiempo útil de los cajeros sea de cinco años, cuando el habitual es de ocho. Este tipo de herramienta bancaria cuesta entre 12 mil y 50 mil dólares, por lo que los bancos están desesperados para que el Gobierno admita la inflación y emita billetes de más valor que $ 100.