Silvia Süller: "Le pido a Dios que me lleve"
Sumida en una profunda depresión, y ante la cercanía del Día de la Madre, Silvia Süller le confesó a DIARIOVELOZ.COM que por primera vez pasará la jornada sola, porque sus hijos no le hablan. Entrevista exclusiva.
El sábado por la tarde, Silvia Süller se indignó cuando terminó de ver el homenaje que le hicieron a Silvio Soldán en "Este es el show". "Me dio mucha bronca porque me ignoraron por completo y quedó como que Christian es un chico sin madre. Parece que yo no existí en su vida y el mensaje que públicamente mandó es que la mamá no está. Ese es el chip que le pusieron durante veinte años hasta que le borraron la figura femenina. Entre Soldán, Tita y mi mamá lograron separarme de ellos. Christian no me atiende el teléfono hace casi un año y Marilyn lo mismo. Los llamo y no me contestan, hasta le pedí a Silvio que me diera una mano pero creo que él debe disfrutar todo esto. Soy una mujer muy fuerte que siempre sale adelante y ahora también voy a hacerlo, pero a veces me quiebro. Me saltan las lágrimas y me pregunto por qué se alejaron de mí, pero me termino acostumbrando a la soledad. A veces pienso que ya volverán, aunque ellos tienen 25 y 20 años y ya pueden decidir por si mismos. Mañana por ahí viene Marilyn con un bebé bajo el brazo y yo ni estoy enterada si está embarazada. O si voy a ver a Cristian, Silvio llama a la policía o él sale con el auto sin siquiera frenar a verme" dice conmovida.
Süller recuerda que ya tuvo que pasar por situaciones similares y no sabe si está preparada para volver a sufrir tanto. "La primera vez que me alejaron de mis hijos la peleé. La segunda vez casi me corto las venas y ahora estoy como más resignada. Mi gran error fue dejar a Marilyn con Cristian y su abuela cuando Soldán me dejó en la calle si un peso. Yo confié en mi familia y pensé que lo mejor era que estuvieran todos juntos, pero me equivoqué, porque lo único que hicieron fue llenarlos de odio hacia mí".
Al caer en la cuenta de que el domingo va a ser el Día de la Madre, Silvia se quiebra y reflexiona: "La pasaré sola. Por ahí agarro el auto y me voy a caminar por la playa en Cariló, que es donde me refugio. Este será el primer Día de la madre en los últimos veinticuatro años que estoy sola. No tengo pareja, hijos, familia ni amigos. Con el único que me hablo cada tanto es con Guido, pero él tiene su historia, vive lejos, está con ese Tomasito y como ocurrió siempre, todos sus amigos lo alejan de mí".
Reconoce que esta triste desde hace ya un tiempo y cuenta que cuando se enteró de la muerte de Romina Yan se sumió en una profunda depresión. "Estuve cuatro días en cama con todas las persianas bajas. Ella era una chica que tenía todo: un buen marido, padres excelentes, hijos divinos, joven, llena de amor, trabajo y salud. Yo hablo mucho con Dios y a veces le pido que me lleve. ¿Por qué se llevó a esta chica y no a mí? ¡Si yo no tengo a nadie ni nada! y Romina tenía todo por delante. Pero Dios no me escucha o tal vez me esté preparando muy grande. Pero no se porque me deja acá".
Presa del llanto y del dolor, agrega que "es muy difícil mi vida y a veces me dan ganas de bajar los brazos. Aunque por momentos supongo que después vendrá algo lindo, también pienso que esta tormenta lleva ya veinticinco años y no aguanto más. No tengo metas ni un motivo de felicidad para vivir. Pienso y no encuentro nada, creo que la felicidad la perdí. Me haría muy contenta volver al medio, pero todos los productores de teatro o televisión me dan la espalda. Muchos se llenaron de plata conmigo, pero ahora no me tienen en cuenta. Yo no sé hacer otra cosa y sobrevivo con lo de las relaciones públicas en los boliches, pero eso ya no es para mí. No soy una pendeja para trabajar de noche y quiero cambiar mi estilo de vida".