Política
Sigue la tensión entre Javier Milei y Mauricio Macri, pero el Presidente seguirá negociando una fusión electoral con el PRO
Tras una convulsionada semana en el Congreso, el oficialismo busca limar asperezas. “Los mismos funcionarios que estuvieron con el expresidente, están con nosotros. Primeras y segundas líneas. Tenemos objetivos similares”, expresó un alto miembro del Gobierno.
Javier Milei busca diferenciarse de Mauricio Macri, pero seguirá negociando una fusión electoral con el PRO para las elecciones parlamentarias de 2025. El presidente no quiere romper relaciones con el ex primer mandatario y busca ordenar las disputas en el territorio.
“La idea es mantener el acuerdo electoral para ir juntos el año que viene. Va a haber discusiones discursivas y disputas de electorado, pero no va a haber una ruptura final. Nos interesa sumar gente que vote nuestras propuestas en el Congreso”, expresó a TN un funcionario.
La Casa Rosada dejó trascender que hubo un entendimiento entre Milei y Macri en su último encuentro en la Quinta de Olivos. Se reunieron luego de la votación de los diputados del PRO en contra del DNU, que le otorgaba $100.000 de fondos reservados a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).
La mesa chica de Balcarce 50 quiere imponerle su agenda al PRO y busca absorber cuadros políticos del partido sin un acuerdo de cogobierno. Se trata de la forma en la que llegaron al Ejecutivo los ministros Luis Caputo (Economía), Patricia Bullrich (Seguridad) y Federico Sturzenegger (Desregulación y Transformación del Estado).
Milei busca además mantener también a su círculo íntimo. Es por eso que salió el martes a respaldar al asesor presidencial Santiago Caputo, que es el principal señalado por Macri por frustrar acercamientos de cuadros del partido amarillo a la gestión.
La encargada de La Libertad Avanza es la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el armador nacional es el subsecretario de Gestión Institucional, Eduardo “Lule” Menem. Ambos intentan postergar cualquier firma de acuerdo institucional con el PRO hasta el año que viene.
La Casa Rosada quiere romper el centro y busca impulsar un esquema político de coaliciones polarizadas de izquierda y de derecha. Es por eso que fomenta fricciones en el PRO, la UCR, Encuentro Federal y Unión por la Patria respecto al apoyo de sus propuestas.
“Queremos un esquema en el que los diputados se hagan cargo de sus votos y paguen un costo político por estar a favor o en contra. Nuestra idea es terminar con el punto medio”, expresó a TN un colaborador cercano al presidente.
El Gobierno planea poner en duda el liderazgo de Macri en el PRO para lograr conseguir las adhesiones de sus diputados y senadores sin tener que acordar con el expresidente.
Es por eso que apuntaron contra el ex primer mandatario luego de que apoyara el veto presidencial que anunció el jefe de Estado sobre los cambios en la reforma jubilatoria aprobados ayer en el Senado. “Los senadores del PRO votaron a favor, se tiene que hacer cargo. No puede estar a favor y en contra”, expresó a TN un funcionario.
Tendieron puentes directos con los jefes de bloque del partido amarillo Cristian Ritondo (Diputados) y Luis Juez (Senado) para formar un esquema de alianzas junto con la UCR y Encuentro Federal. La mesa chica del Ejecutivo negocia con senadores del PRO para que apoyen la candidatura del juez federal Ariel Lijo para la Corte Suprema.
El Ejecutivo pone la mira además en los ruidos internos en los bloques del Congreso. Creció la preocupación en Balcarce 50 por la diputada de La Libertad Avanza Lourdes Arrieta -que será expulsada de la bancada el martes- y por el senador Francisco Paoltroni, que se pronunció en contra de Lijo.
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