Siete de cada diez argentinos piensan en dejar el cigarrillo
¿Está cambiando el pensamiento de los fumadores? Cinco de cada diez hicieron por lo menos un intento de abandonarlo en el último año, y la mayoría reconoce que el humo causa enfermedades graves.
La encuesta realizada localmente es una muestra representativa de la población argentina de más de 15 años. Su diseño responde a un protocolo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la asistencia técnica de los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades de los Estados Unidos, que permite monitorear sistemáticamente el consumo de tabaco (con humo y sin él), el efecto de la publicidad y las actitudes de la población hacia el tabaquismo
El 98,3% de los argentinos mayores de 15 años sabe que fumar causa enfermedades graves (no sólo respiratorias, sino también cardiovasculares, óseas y distintos cánceres), por lo que la percepción sobre el daño que produce fumar, también cambió.
Esta apreciación se refleja en quienes saben que respirar humo de tabaco ajeno, también produce enfermedades: el 92,6% lo asegura. Y entre los mismos fumadores ya no lo niega un 89%.
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"Vamos mejor, por buen camino, pero aún falta un trecho por recorrer porque si bien las cifras del tabaquismo en general van disminuyendo en el país, también tenemos que pensar que es básicamente el efecto de las ordenanzas municipales y las leyes provinciales, porque la ley nacional antitabaco aún no está reglamentada y tampoco se ratificó el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud. De hecho, somos el único país del Mercosur que no lo ratificó", dijo el doctor César Di Giano, presidente de la Unión Antitabáquica Argentina (UATA).
El neumonólogo consideró que es "positiva" la aplicación de la EMTA y que contó con el apoyo de las asociaciones civiles. "Como en el resto de los países, la opinión pública está cambiando sobre el impacto del tabaquismo en la salud. Fumar no es bueno, y el humo de tabaco ajeno enferma y mata", sostuvo Di Giano.
"Ya no hablamos sólo de la exposición al humo primario y secundario [ajeno], sino también del humo terciario, que son las partículas que pueden permanecer en un ambiente que permaneció cerrado dos o tres días después de un evento o una reunión en la que se fumó. Es ese ambiente en el que al entrar se siente olor a humo de tabaco. Esas partículas que quedaron en el ambiente también son perjudiciales para la salud", finalizó el especialista.
¿Te sentís reflejado con estos datos? ¿Estás pensando en dejar de fumar?