Siete cosas que no nos gustan de vivir en Buenos Aires

Caminamos por las calles de Buenos Aires para charlar con los vecinos sobre su calidad de vida. En la recorrida recolectamos luces y sombras de una ciudad que de debate entre el esplendor y la decadencia. Lejos, la mayor cantidad de reclamos de los vecinos tuvieron que ver con el (des)ordenamiento del tránsito y la falta de controles.

1 Falta de mantenimiento de las plazas

Hamacas rotas, charcos de agua y barro, falta de mantenimiento en general. Los vecinos tampoco contribuyen con el cuidado necesario.

2 El mal estado de las veredas

Es la principal queja de madres y padres que tienen hijos chicos y se trasladan con cochecitos. Veredas rotas, cortadas y pasos intransitables. Un ejemplo: en Villa Crespo, toda la zona de outlets, están destrozadas, más allá de la mugre. Hay que hacer malabares, levantando el cochecito, bajando a la calle, etc.  ¿Quién se tiene que hacer cargo? ¿El frentista o el Gobierno de la Ciudad?

3 La basura

Por todos los rincones y a toda hora. Al no siempre correcto servicio de recolección hay que agregar que muchas veces son los vecinos los que no ayudan a preservar la higiene de los espacios comunes arrojando lo que sobra donde pueden y a la hora que pueden.

4 Falta de señalización de las paradas de colectivos

A la pesadilla de viajar en colectivo se suma la búsqueda de dónde tomarlo. A veces encontramos gente cordial que con muy buena predisposición ayuda. La mayoría de las veces deambulamos de una esquina a otra haciendo posibles hipótesis y rogando que en ese momento no pase el colectivo que tenemos que tomar.

5 Proliferación de autos abandonados en las calles

Es muy común en distintos barrios de la ciudad. Los vecinos no saben a quién reclamar.

6 Falta de iluminación en las calles

Los consultados destacaron especialmente este hecho en relación con las condiciones de seguridad en los barrios.  

7 Tránsito

Como broche de oro, el tránsito es "el" problema, de acuerdo a la cantidad de opiniones recolectadas. Los problemas incluyen:

-La circulación de tránsito pesado por calles en las que no corresponde y donde es altamente peligroso.

-La circulación de autos y motos por las calles peatonales del Microcentro. Lo peor: nos apuran acelerando y levantando el ruido del motor o bien tocando bocina.

-El peligro de las motos que no respetan ni los semáforos ni las manos de las calles.

-Los ciclistas, que según algunos testimonios relevados, "se manejan sin respetar las normas de tránsito y se creen impunes". Para peor, las bicicletas no tienen seguro en caso de accidentes.

-Las ochavas se han convertido en un espacio de estacionamiento más. En la zona de Pedro Goyena y Centenera y manzanas aledañas es un clásico ver autos estacionados. Obstruyen las rampas especiales y lo más peligroso: tapan el campo visual de los que circulan por las calles elevando el riesgo de choques o atropellos de personas.

-Los semáforos peatonales que no funcionan