"Si el Negrito me pide casamiento, acepto sin dudar"

Mónica Farro es una mujer de armas tomar o, para decirlo con todas las letras y jugar con el título de la obra que integra, como primera vedette, diremos que es una mujer "Bravísima". Es que según dice, siempre tuvo mucho carácter, pero con los años supo domarlo para que su personalidad no le impidiera crecer en su carrera sobre las tablas. "Hoy soy la primera vedette de ‘Bravísima’ (la obra que encabeza Carmen Barbieri y Santiago Bal, en el teatro Atlas de Mar del Plata) y eso me da una satisfacción muy grande. Carmen es una persona muy generosa y me permitió participar en la creación de mis números", empieza a contarle a Semanario después de realizar la producción fotográfica a las seis de la mañana, situación que marca su alto grado de profesionalismo.

Instalada en el balcón de su departamento, en pleno centro de La Feliz, Farro se recuesta en una reposera y, aunque apenas durmió un par de horas, empieza a realizar un breve repaso por su pasado reciente. "Hace unos años, cuando Gerardo Sofovich me trajo de Uruguay, sentí que era una oportunidad muy grande para establecerme en La Argentina. Hoy le estoy muy agradecida, pero tengo muy claro que si hubiese seguido con él, las cosas no habrían salido tan bien. Estar con Carmen es como estar jugando en Boca", dice con una sonrisa de oreja a oreja sabiendo que el gesto de inocencia que hace con su rostro contrasta con la frase que acaba de decir. Inmediatamente dirá que para realizar uno de los cuadros de "Bravísima" estuvo entrenando artes marciales y eso, según ella, tiene que ver con su formación actoral. "Soy actriz y llegué a ser vedette por cosas de la vida. Me gustaría hacer una tira. Creo que podría hacer un papel como el de Juanita Viale en ‘Malparida’, porque el rol de mala me va muy bien", aclara.

Pero la alegría en la vida de Mónica no pasa únicamente por lo laboral, ya que en los últimos días, su vida sentimental tuvo un giro muy importante, y los resultados de ese acontecimiento dejaron como resultado un anillo de compromiso en su mano izquierda. "El 17 de diciembre vino "el Negrito" (Jorge Luengo) me pidió que nos comprometiéramos de rodillas, y me dio este anillo que ves en mi mano". El anillo es de oro blanco y amarillo, y antes de terminar de mostrarlo, agrega: "Ahora somos más que novios, tenemos el compromiso de estar bien y estar de verdad". Farro y Luengo habían decidido dejar la convivencia después de dos años de noviazgo, pero se reconciliaron recientemente. La vedette y el productor de Ideas del Sur se conocieron cuando ella se separaba del futbolista uruguayo Enrique Ferraro, con quien tiene a su hijo Diego, de 16 años. "Como dice el dicho, el hombre propone y la mujer dispone, pero si "el Negrito" me pide casamiento le digo que sí porque es el amor de mi vida", concluye Farro, una mujer "Bravísima".