Shiva, el preso que estudiaba abogacía y desapareció
Cumplía condena en la cárcel de Devoto y salía para cursar en la Facultad de Derecho de la UBA, donde era un alumno destacado.
Preso por robos y secuestros exprés, Shiva Narada Benítez Díaz cumplía su condena en la cárcel de Devoto donde debía permanecer diez años más. A su vez, cursaba en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA). De allí, se fugó sin que los cuatro policías que lo custodiaban se percataran del escape.
Con treinta años, Shiva llevaba los últimos 5 encerrado por los delitos que cometió. En 2010, empezó a cursar el Ciclo Básico Común (CBC) para la carrera de Derecho, le faltaba un solo año para recibirse y sus notas sobresalían entre las de los demás estudiantes.
El viernes 28 de junio, el presidiario de origen boliviano, que creció en la Ciudad de Buenos Aires, tiró por la borda su carrera en la UBA y aprovechó una de sus clases para fugarse. Como todos los días que salía para estudiar, Shiva fue llamado por uno de los guardias, salió del pabellón con sus libros y acompañado por cuatro penitenciarios armados fue a la facultad, ubicada en el barrio de Recoleta. Antes de ingresar a la clase, uno de sus guardias le quitó las esposas para que pudiera escribir. Luego, sin que los custodios lo percibieran, se fugó.
Un preso del penal le contó al diario Clarín que es improbable que se haya escapado sin ayuda: "Shiva movía buen dinero. La tiene que haber pagado. Es imposible que (los guardias) no te custodien, porque con una fuga se les abre un proceso penal".
En el ámbito académico, el condenado hacía honor a su nombre, Shiva, que para la religión Hindú es "el Gran Dios". Incluso un profesor lo puso de ejemplo frente a sus compañeros: "un alumno que está en la cárcel y estudia con material viejo saca la nota más alta de la clase"."Era una luz. Tenía una gran capacidad", explicó el docente.