Sharapova se quedó con el título de Roland Garros
La tenista rusa le ganó, comodamente, por 6-3 y 6-2 a la italiana Sara Errani. Con esta nueva consagración, la hermosa tenista logró obtener todos los Grand Slam.
La rusa Maria Sharapova, segunda favorita de la prueba, se impuso por 6-3 y 6-2 a la italiana Sara Errani (N.21), este sábado en la final de singles femeninos del Abierto de tenis de Francia en el court central Philippe Chatrier de Roland Garros, logrando el título por primera vez.
"Quiero agradecer a todos por su apoyo en este maravilloso torneo (dijo en francés). Quiero felicitar a Sara por su torneo. Tuvo una quincena formidable. Fue nuestro primer partido, espero que haya más (...) Muchas gracias a todo mi equipo (los mencionó uno por uno), y sobre todo a mi padre y mi madre que son mi motivación", dijo Sharapova tras recibir el trofeo Suzanne Lengles de manos del presidente de la Federación francesa, Jean Gachassin, y la ex jugadora de origen balcánico naturalizada estadounidene, Monica Seles.
La vencedora, a partir del lunes nuevamente N.1 mundial, en el pasado sólo había llegado dos veces a semifinales (2007 y 2011), pero la tercera fue la vencida y después se impuso en el duelo decisivo, logrando el único título del Gran Slam que aún le faltaba en su palmarés, sacándose una vieja espina en su aún joven carrera, y convirtiéndose en la sexta tenista que logra los cuatro.
Sharapova había ganado una vez cada uno de los otros títulos del Grand Slam. El Abierto de Australia (2008), cuya final perdió este año ante la bielorrusa Victoria Azarenka a quien ahora desplazó del N.1 mundial, y la había perdido en 2010 frente a la belga Kim Clijsters, así como en 2007 con la estadounidense Serena Williams, Wimbledon (2004) y el US Open (2006).
Errani, de 25 años, los mismos que su vencedora, es una outsider con muy buena técnica, formada en la tierra batida valenciana. Pero, la boloñesa es una jugadora pequeña (1,64 m, 60 kg), mientras que la espigada rubia nacida en Siberia le saca 24 cm de estatura (1,88 m, 59 kg).
Tras felicitar a su rival, la italiana destacó: "Agradezco a todos los que hicieron posible este torneo y (después en italiano), y a quienes gracias a ellos soy quien soy". Para añadir (nuevamente en inglés), "no me siento una top-ten, pero espero pronto serlo. Eso sí, espero que mi vida no cambie, quiero seguir haciendo la misma".
El encuentro decisivo entre estas dos jugadoras, que nunca antes se habían enfrentado antes en el circuito, comenzó con un break de la rusa en el segundo game y, con su saque, se puso rápidamente 3-0 arriba, desplegando toda su potencia de su drive, para lograr el quiebre nuevamente para 4-0.
Su rival, quien sólo había llegado antes a segunda ronda en París (en 2011), y a tercera en los otros tres torneos del Grand Slam, se mostraba algo nerviosa, tal vez superada ante la inesperada final. Aunque, el viernes, junto a Roberta Vinci, se llevó el título de dobles femeninos.
No obstante, en el quinto juego, la pupila del español Pablo Lozano conectó algunos buenos golpes y, ayudada por algunos saques defectuosos de su rival, le hizo el quiebre para 4-1 abajo y colocarse 4-2 con su servicio, poniendo algo de emoción en una manga que hasta entonces era un monólogo de Sharapova.
Pero, en el séptimo game, la ganadora comenzó a colocar bolas anguladas junto a los flejes y se lo llevó blanco (5-2). Pero, cuando parecía que la peninsular perdería su saque en el noveno game, salvó el break (5-3), y su rival cerraría la manga con marcador de 6-3 en 36 minutos y con algunas dificultades.
La segunda manga comenzó con un nuevo quiebre a favor de la jugadora nacida en Nyagan (Siberia), pero quien tuvo una vez más problemas para mantener su servicio en el siguiente juego (2-0).
En el tercer game del parcial, Errani parecía llevárselo blanco tras un par de voleas impresionantes, pero recién lo pudo cerrar deshaciendo la paridad 40-40 (2-1), lo mismo que le ocurrió a su adversaria para 3-1, casi perdiendo su saque y cometiendo muchas más faltas directas que la italiana (a lo largo de todo el partido).
En un reñido quinto juego, la rusa residente en Florida (USA) logró hacer la inflexión para 4-1. Mientras festejaba, su rival demostraba su frustración, pero con dificultades y gracias sobre todo a una doble falta de su oponente, la breakeó y el marcador quedó en 4-2.
Pero, esta última le devolvería el cumplido para 5-2 y, con su saque, cerró 6-2 tras 1 hora y 29 minutos de intercambios, con su primera bola de partido, tras deshacer varias igualdades.
"Quiero agradecer a todos por su apoyo en este maravilloso torneo (dijo en francés). Quiero felicitar a Sara por su torneo. Tuvo una quincena formidable. Fue nuestro primer partido, espero que haya más (...) Muchas gracias a todo mi equipo (los mencionó uno por uno), y sobre todo a mi padre y mi madre que son mi motivación", dijo Sharapova tras recibir el trofeo Suzanne Lengles de manos del presidente de la Federación francesa, Jean Gachassin, y la ex jugadora de origen balcánico naturalizada estadounidene, Monica Seles.
La vencedora, a partir del lunes nuevamente N.1 mundial, en el pasado sólo había llegado dos veces a semifinales (2007 y 2011), pero la tercera fue la vencida y después se impuso en el duelo decisivo, logrando el único título del Gran Slam que aún le faltaba en su palmarés, sacándose una vieja espina en su aún joven carrera, y convirtiéndose en la sexta tenista que logra los cuatro.
Sharapova había ganado una vez cada uno de los otros títulos del Grand Slam. El Abierto de Australia (2008), cuya final perdió este año ante la bielorrusa Victoria Azarenka a quien ahora desplazó del N.1 mundial, y la había perdido en 2010 frente a la belga Kim Clijsters, así como en 2007 con la estadounidense Serena Williams, Wimbledon (2004) y el US Open (2006).
Errani, de 25 años, los mismos que su vencedora, es una outsider con muy buena técnica, formada en la tierra batida valenciana. Pero, la boloñesa es una jugadora pequeña (1,64 m, 60 kg), mientras que la espigada rubia nacida en Siberia le saca 24 cm de estatura (1,88 m, 59 kg).
Tras felicitar a su rival, la italiana destacó: "Agradezco a todos los que hicieron posible este torneo y (después en italiano), y a quienes gracias a ellos soy quien soy". Para añadir (nuevamente en inglés), "no me siento una top-ten, pero espero pronto serlo. Eso sí, espero que mi vida no cambie, quiero seguir haciendo la misma".
El encuentro decisivo entre estas dos jugadoras, que nunca antes se habían enfrentado antes en el circuito, comenzó con un break de la rusa en el segundo game y, con su saque, se puso rápidamente 3-0 arriba, desplegando toda su potencia de su drive, para lograr el quiebre nuevamente para 4-0.
Su rival, quien sólo había llegado antes a segunda ronda en París (en 2011), y a tercera en los otros tres torneos del Grand Slam, se mostraba algo nerviosa, tal vez superada ante la inesperada final. Aunque, el viernes, junto a Roberta Vinci, se llevó el título de dobles femeninos.
No obstante, en el quinto juego, la pupila del español Pablo Lozano conectó algunos buenos golpes y, ayudada por algunos saques defectuosos de su rival, le hizo el quiebre para 4-1 abajo y colocarse 4-2 con su servicio, poniendo algo de emoción en una manga que hasta entonces era un monólogo de Sharapova.
Pero, en el séptimo game, la ganadora comenzó a colocar bolas anguladas junto a los flejes y se lo llevó blanco (5-2). Pero, cuando parecía que la peninsular perdería su saque en el noveno game, salvó el break (5-3), y su rival cerraría la manga con marcador de 6-3 en 36 minutos y con algunas dificultades.
La segunda manga comenzó con un nuevo quiebre a favor de la jugadora nacida en Nyagan (Siberia), pero quien tuvo una vez más problemas para mantener su servicio en el siguiente juego (2-0).
En el tercer game del parcial, Errani parecía llevárselo blanco tras un par de voleas impresionantes, pero recién lo pudo cerrar deshaciendo la paridad 40-40 (2-1), lo mismo que le ocurrió a su adversaria para 3-1, casi perdiendo su saque y cometiendo muchas más faltas directas que la italiana (a lo largo de todo el partido).
En un reñido quinto juego, la rusa residente en Florida (USA) logró hacer la inflexión para 4-1. Mientras festejaba, su rival demostraba su frustración, pero con dificultades y gracias sobre todo a una doble falta de su oponente, la breakeó y el marcador quedó en 4-2.
Pero, esta última le devolvería el cumplido para 5-2 y, con su saque, cerró 6-2 tras 1 hora y 29 minutos de intercambios, con su primera bola de partido, tras deshacer varias igualdades.